Con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas, Jimmy Kimmel presentó su programa el 1ero de Mayo hablando de la experiencia que enfrentaron tanto su esposa como él durante la semana pasada, después del nacimiento de su segundo hijo William “Billy” John Kimmel.

Una enfermera notó un “murmullo” en el pecho del niño y que su piel estaba morada, indicador de un problema cardíaco congénito. Tras acudir rápidamente a la revisión de un especialista, Billy fue diagnosticado con Tetralogía de Fallot, una condición conocida como estenosis pulmonar que indica un corazón con cuatro malformaciones, mezclando la sangre arterial con la sangre venosa, lo que hace imposible la oxigenación de toda la sangre.

Kimmel explicó en su monólogo todo lo que una familia debe sufrir a la hora de tener que resolver una circunstancia como esta, incluida una cirugía a corazón abierto y la intervención inmediata de médicos y especialistas para tratar la enfermedad a tiempo.

No es sorpresa para nadie que una figura pública como Jimmy Kimmel pudiera acceder al tratamiento y saldar los costos que una intervención como esta requieren, y fue precisamente por ello que decidió hacer una declaración sobre el sistema de salud norteamericano, refiriéndose sobretodo a la Affordable Care Act.

“El Presidente Trump introdujo el mes pasado una propuesta para un recorte de seis mil millones de dólares en el Instituto Nacional de Salud, y gracias a Dios nuestros congresistas llegaron a un acuerdo anoche en el que no procederían con la propuesta. Por el contrario aprobaron un aumento de dos mil millones de dólares y los aplaudo por haberlo logrado”, dijo el presentador.

El día de ayer, y en un esfuerzo bipartidista, los congresistas aprobaron un compendio de leyes que si bien aumentan en 15 mil millones los gastos suplementarios de defensa, también aprobaron 34 mil millones de dólares para los Institutos Nacionales de Salud, el equivalente al 6.2%, en oposición a la propuesta de recortes introducida por la Administración Trump.

“Más del 40% de las personas que se verían afectadas por esos recortes son niños y tendría un gran impacto en muchos lugares que hacen un trabajo fabuloso, como el Children’s Hospital en Los Ángeles”, agregó, haciendo referencia al instituto que salvó la vida de su hijo.

“Lo que me parece increíblemente triste es que nos hemos convencido de que vivimos en el mejor país del mundo, pero hasta hace algunos años, miles de millones de entre nosotros no tenían acceso en lo absoluto a un seguro médico. Antes del 2014, si nacías con una condición como la de mi hijo, lo más probable es que nunca hubieses podido conseguir un seguro médico porque tenías una condición preexistente.”

El llamado del presentador es a la unificación del país frente a las urgencias que más lo aquejan:

“Si tu bebé está a punto de morir, el dinero no tendría por qué ser un factor determinante”, sentenció. “No debe importar si eres republicano o demócrata o cualquier otra cosa, todos estamos de acuerdo con que no se debe arriesgar la vida del bebé. No estamos hablando de fútbol americano, no somos equipos enfrentados. Somos un solo equipo, el equipo de Estados Unidos. No permitamos que peleas partidistas dividan las opiniones que cualquier persona decente querría”, concluyó Kimmel con la voz ahogada.

Para entender lo que sucedía en los Estados Unidos sólo hace falta echarle un vistazo al documental de Michael Moore Sicko (2007), donde el documentalista intenta explicar el fraude y la herencia de una retórica anti-communista ligada a los derechos universales a la seguridad social.

Este conflicto de intereses ha discriminado a un gran porcentaje de ciudadanos dentro de los Estados Unidos, incluso por condiciones preexistentes como la tensión alta o piedras en los riñones, y en el caso de quienes pudieran acceder al seguro médico, más de una vez tuvieron que declararse en bancarrota por pagar las deudas de asistencia sanitaria.

Durante los años noventa y principios de los dos mil, algunas soluciones fueron implementadas como las “high-risk pools” que intentaban reducir el número de personas desprotegidas, pero también resultó en fraude.

Como recuerda el columnista Jonathan Alter, esta medida es la que pretenden rescatar Trump y sus secuaces, cuando aseguran que todos los americanos que presenten condiciones preexistentes (un cuarto de la media americana), serán atendidos.

“Si los Demócratas hacen de este asunto un caso de discriminación contra millones de Americanos, cristalizarán el asunto y retomarán el Congreso en el 2018”, asegura Alter.