La llamada telefónica de larga distancia venía con una invitación. El interlocutor, Kristjan Staničić, telefoneaba desde el otro extremo de los 10.116 kilómetros que separan a Croacia de México, para confirmar el contenido del e-mail que Yuri Cortez había recibido. “Asegúrese únicamente de traer su buen humor y su cámara. Precísenos las condiciones en las que le gustaría visitar Croacia”, decía el correo con el remitente de la Oficina Nacional de Turismo de Croacia.

En la llamada, se lo reiteraba Staničić, el director de esa oficina: que estaba invitado “a conocer el país, todas sus bellezas, toda su comida y toda su cultura”, como lo cuenta Cortez, el fotógrafo salvadoreño de la agencia France Press al que sepultó la avalancha de la euforia clasificatoria en el Mundial Rusia 2018. El equipo de fútbol croata en pleno enterró a Cortez en su propia alegría, cuando Mandzukic anotó el gol que los llevó a la final. El fotógrafo quedó en el fondo de la montaña de jugadores, sin soltar la cámara y sin dejar de disparar el obturador —tampoco de sonreír—. Así es como el fotorreportero obtuvo primerísimos primeros planos de la exaltación que, aunque aplastado por ella, lo contagió. 

Y ahora Cortez irá a Croacia a pasar una semana con todos los gastos pagados, a finales de agosto o principios de septiembre.

"Después de Zagreb vamos a mostrar a Yuri todo lo que bueno que hay en Croacia, en nuestra costa, nuestras islas y en la Croacia continental", dijo Kristjan Stanicic, según un despacho de France Press reseñado en France 24.

Croacia aprovecha el boom viral de aquel momento fortuito para seguir promocionado el turismo de su país, una de sus fuentes principales de riqueza --le genera a la nación eel 20% de su PIB, y Cortez se toma unas vacaciones. Todos ganan.

"Pienso que va a haber una oportunidad en que los pueda volver a ver de cerca [a los jugadores]. No encima mío, pero de cerca", dijo Cortez, citado en la nota de AFP.

Esos mismos jugadores —el que ayudó a Cortez a levantarse, el que anotó el gol clasificatorio y le dio un apretón de manos, el que le dio un beso en la mejilla— son, no en balde, la primera imagen promocional de la Oficina Nacional de Turismo de Croacia. En el video que se despliega al abrir la página son ellos los que nos invitan, en inglés, a que visitemos el país. “Welcome to Croatia, full of excellent players”, es el mensaje principal. Después de la clasificación del subcampeón del mundo a la final, las visitas a ese sitio web se cuadriplicaron.

Cortez, de 53 años, fotógrafo curtido en la cobertura de conflictos violentos en su propio país, y en Perú, México, Irak, Afganistán, trabajaba por cuarta vez en una Copa del Mundo. El evento que hizo de él una estrella de la viralidad en internet cambió su rutina. Esa misma noche, cuenta, encontró cientos de llamadas perdidas en su teléfono cuando aterrizó de vuelta en México. Y su hija no deja de recibir solicitudes de amistad en Facebook.

Cortez dice que no ha sido un usuario constante de las redes sociales, que está aprendiendo a serlo por petición de la agencia. Pero él mismo hizo el anuncio de su próximo viaje a Croacia en su cuenta de Twitter.

Algunos se ofrecen a llevarle las maletas. O el equipo fotográfico.