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Yury Cortez no dejó nunca de disparar el obturador y logró captar un primerísimo primer plano de la alegría de los jugadores croatas/ PHOTO: EFE

El fotógrafo salvadoreño que quedó atrapado por la euforia croata

Yuri Cortez, el jefe de los fotógrafos de la corresponsalía de France Press en México, quedó aplastado por la multitud de los jugadores croatas, exhultantes…

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Un fotógrafo jamás suelta su cámara. Esa es una máxima de los fotoperiodistas. Mario Mandzukic anotó el gol que en la semifinal del Mundial Rusia 2018 dio la victoria a Croacia frente a Inglaterra, en el minuto 109 del partido, en la prórroga. Dominó la euforia, como es obvio: Croacia pasaba a la final. El equipo completo corrió a aupar a Manduzik hasta la esquina del campo, los técnicos incluidos. Mientras se amontonaban, exultantes, traspasaron la zona de los fotógrafos acreditados para el torneo. Debajo de esa montaña humana quedó Yuri Cortez, salvadoreño y jefe de fotógrafos del desk de la agencia AFP en México. Con la cámara en la mano, claro.

Cortez se había apresurado a cambiar el objetivo a un gran angular cuando vio que se acercaban. De repente sintió que la avalancha le movió la silla y lo dejó en el suelo.

En el video se ve un chaleco verde fluorescente aplastado por el equipo, el chaleco de Cortez, que siguió disparando, tumbado en el césped, la cabeza apenas levantada, la cámara en una sola mano, el resto de su equipo en la otra, aferrado al regazo. Cortez sonreía.

La multitud se disolvió. Ivan Rakitik ayudó a Cortez a levantarse, Domagoj Vida lo besó en la mejilla, Mario Mandzukic le dio un apretón de manos.

“Sentí cómo la silla se venía para abajo, pero como ya tenía la cámara con el angular siempre estuve tomando la foto. O sea les tomé fotos encima mío allí a ellos (…) Al principio no se dieron cuenta de quién era y después se dieron cuenta, pues, de que pudieron haberme hecho mal y después me preguntaron si estaba bien y todo”, contó en una entrevista

“Los que llegaron después no sabían que yo estaba abajo" , dijo en otra conversación con periodistas registrada en video por Sun Rusians 2018. Todavía sonreía

"¿Ahora te duele algo?", le pregunta una periodista. "Pues no sé, ahora estoy con la adrenalina muy alta”, responde Cortez. Todavía sonríe.

Así que este fotógrafo veterano logró captar los primerísimos planos de la euforia croata, desde esa mirada única que solo es posible teniéndola toda encima.  

 

Con 27 años en France Press, el fotoperiodista de 53 años está curtido en mil coberturas. La guerra civil en su propio país, que se desarrolló cuando él transitaba de la adolescencia a la universidad, lo animó a estudiar periodismo, como contó él a Reversos. La censura dentro del país, y los medios extranjeros fueron la única ventana para contar lo que pasaba, recuerda el artículo. Pronto Cortez pasó a trabajar en las agencias internacionales de noticias, hasta que recaló en AFP, en 1991. Registró el ambiente de conflictividad que en Perú siguió al autogolpe de Alberto Fujimori en 1992, y también trabajó en Irak y Afganistán. Después de varias vueltas, llegó a México hace más de seis años y allí fotografió, por ejemplo, la recaptura de El Chapo o los últimos años con vida de Gabriel García Márquez, que estaba residenciado en México.

El de Rusia es el cuarto mundial en el que Cortez trabaja. Sin dejar nunca su cámara, aun aplastado por la euforia ajena.

 

 

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