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Dos Californias Brewsters creates a meeting space for women brewers from California and Baja California to share recipes, laughs, and beers. Photo: Courtesy of Dos Californias Brewsters
Dos Californias Brewsters crea un espacio de encuentro para que mujeres cerveceras de California y Baja California compartan recetas, risas y cervezas. Foto: Cortesía de Dos Californias Brewsters

Feminismo e identidad ‘pinta’ en mano

Una nueva generación de Latinas está revolucionando el mercado de la cerveza artesana.

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Pocos saben que la cerveza tiene su propia diosa, Ninkasi, y que en la antigüedad, las sacerdotisas sumerias la fermentaban ellas mismas para sus rituales en donde Ninkasi, cervecera jefe de los dioses, era la encargada de obsequiar a los humanos con paz y bienestar. Como tampoco se discute que fueron ellas, es decir, NOSOTRAS, las primeras cerveceras. Una conversación ideal para el pub, donde seguro que más de un parroquiano salta con aquello de “¡Qué sabrás de cerveza!”. Pero no solo ganamos a tragos, también dirigimos locales, cargamos barriles y escogemos nuestras propias maltas. Y ocurre a pesar de que las mujeres sean una minúscula parte de la industria, que en Estados Unidos cuenta con diez mil cerveceras. 

Pero el papel de las herederas de Ninkasi crece como la espuma…

Así es como las latinas reivindican su identidad a través de la recuperación de recetas y la gestión de establecimientos donde prima la diversidad. ¡Cojan sus pintas!

El fermento de la igualdad

Mujer Latina y cervecera, la historia de Jessica Fierra, propietaria de Atrevida Brewing, en Colorado, une el tamarindo con un programa de televisión, el Beerland (Viceland). Tras ser escogida como la mejor cervecera del país por Doña Neta, una cerveza a base de tamarindo, abrió su propio negocio junto a su esposo, y es un exitoso ejemplo de cómo raíces y género se amalgaban alrededor de la espuma de cerveza:

“Años antes de que abriera mi cervecería, escribí una frase: ‘La diversidad está al alcance de la mano’. Y a medida que mi pasión por la cerveza crecía, lo hacía también mi curiosidad: ¿Por qué no hay más mujeres cerveceras? ¿Por qué no hay más gente que se parezca a mí consumiendo cerveza artesanal?” cuenta a Jadon Flores Jessica Fierra, quien se fijó como meta ser la primera jefa y propietaria de una cervecera latina.

Si bien la diversidad es la piedra angular de su filosofía cervecera, el ser mujer y latina ha hecho, asegura, que la cuestionen mucho más: 

 “Hubo un cliente que me preguntó: ‘Oye, ¿cómo es trabajar con tantas mujeres en una cervecería?’. Esperaba que fuera una broma, pero lo preguntó en serio. Le dije que me aguardase un instante, me serví una birra y le contesté: ¿Acostumbras a hacerles esa misma pregunta a otros cerveceros, cómo es trabajar entre tantos hombres?’. Él sonrió avergonzado y dijo: ‘Soy un gilipollas, lo siento’”.

Jessica Fierra fermenta diversidad y raíces a través del sabor y del proceso de elaboración de cervezas de Fresas Con Crema cream ale on nitro, Chocolate Ibarra stout, el Drunk'n Churro witbier o Dolores Huerta Mexican Lager.

Conectar a la comunidad

Para Benny Ashburn, CEO de Crowns and Hops, cervecera miembro de Socal Cerveceros, la mayor organización de cerveceros artesanales del sur de California, una marca diversa no es solo aquella que trabaja sus raíces a partir de los productos tradicionales, sino la que crea espacios y educa paladares. 

“Creo que la mejor manera de tener una conversación sobre diversidad en la industria cervecera siempre ha sido pinta en mano -dice Benny, “The Dope”-. La cerveza es neutral. Nos conecta y hace que tengamos algo en común con la persona sentada al lado. Es una bebida de reyes que está presente en cualquier continente. Y para nosotros esta diversidad no está en la receta, sino en propiciar lugares de encuentro donde la comunidad negra y marrón se sienta como en su casa”. 

Nuevas oportunidades

Desde que Crown and Hops empezó a funcionar hace seis años, todos sus esfuerzos han estado enfocados en educar nuevos paladares y brindar nuevas oportunidades a las personas de color dentro de la industria cervecera con potentes mensajes como “Black people love beer” o “Brown people love beer”. Además de hallar potentes aliados en celebridades como Oprah y utilizar el humor y las redes para preservar su cultura de forma divertida. 

“Las minorías solo representan un 3% de las más de diez mil cerveceras de Estados Unidos, y no solo me refiero a hacer la cerveza, sino regentar lugares. Sobre todo porque no tenemos acceso al capital -admite la Ashburn-, pero es un problema sistémico de opresión de las raíces en este país. Y lo que hacemos es construir una nueva narrativa y oportunidades para las personas de color”.   

Demostrar el doble

Paulina, ingeniera y cervecera de Tijuana, siempre había sentido curiosidad por saber cuáles son los factores para elaborar una buena cerveza artesana. Al menos desde que fue a la universidad… Había estudiado en Chile, donde hay grandes cerveceras que producen su propia malta y lúpulo, y volvió a Baja California con la idea de crear una cerveza para el Café de su tío. 

Así fue cómo nació Olvero, una pico cervecera dentro de un espacio de restauración que produce 400 hectolitros de cerveza -”al principio fermentaba en cubetas, ahora tenemos un equipo de acero inoxidable”, cuenta-.

En Tijuana solo existe otra pequeña cervecera regentada por mujeres, Mexica Craft, cuyas dueñas heredaron el negocio del padre.

“Somos las únicas mujeres que tenemos una cervecería y tomamos las decisiones. Esa es la diferencia; las otras mujeres están en Marketing o Costos, pero muy pocas hacen la labor de producir la cerveza”, apunta Paulina. 

Y añade que lo que sorprende a muchos de sus clientes es verla cargar barriles:

“Yo soy de estatura corta y complexión pequeña, antes no podía cargar 20 kg y ahora cargo más 40 kg. Eso es lo que cambia, no tienes los recursos para contratar a alguien que te pueda ayudar -dice-, así que tienes que dar más de ti. También debes documentarte y leer el doble que un hombre, saber mucho más que ellos para que te tomen en serio; cuando tienes conocimientos ya se sientan a platicar contigo, pero a la mujer que decide iniciarse en la industria de la cerveza le ponen muchos más peros”.

No solo "rubias" en California

Paulina fue una entre una treintena de mujeres de San Diego y Tijuana que participaron en un encuentro promovido por el consulado de Estados Unidos en Tijuana para promover la colaboración entre mujeres cervecera de un lado y otro de la frontera. Y lo hicieron bajo un lema: “Todo lo que nos separa es una valla”. 

Ahora, la iniciativa que reunió a estas grandes o pequeñas cerveceras ha dado lugar a Dos Californias Brewsters, una organización fundada por Melody Crisp que beca a mujeres cerveceras y crea un espacio de encuentro para que desarrollen de forma conjunta una cerveza y se formen con ayuda del Instituto Tecnológico de Tijuana (ITT).  De hecho, este próximo 2020 debutarán en el Ensenada Beer Festival con una cerveza fruto de la colaboración. 

“Es muy excitante porque no hablamos la misma lengua, pero podemos comunicarnos a través del poder de la cerveza”, explica Melody, quien mucho antes de que la iniciativa se pusiera en marcha cruzaba a menudo la frontera con la cervecera SouthNorte.

Revivir las tradiciones

“Una de las cosas que más me inspiró la primera vez que fui a Tijuana y asistí a una de las clases de ciencia y proceso de elaboración de cerveza del ITT fue que el 80% del alumnado eran mujeres; hay un movimiento, sobre todo en Mexico, de mujeres que ocupan puestos en los laboratorios y en la producción de cerveza”. 

Y Paulina, mano derecha de Melody en Dos Californias, lo suscribe: 

“Lo que nos unió fue la cerveza y la industria gastronómica, porque nosotras  no vemos California y Baja California como algo separado. Si algo nos divide realmente es un muro gigantesco”, asegura la mexicana, para quien la distancia que separa esta ciudad fronteriza del resto del país es tan grande que ha decidido añadir raíces a través de los ingredientes:

“A veces en la frontera falta identidad. Mexico es un país maravilloso, pero lamentablemente estamos separados; la ciudad más cercana está a 16 horas y no tenemos tanto contacto como con Estados Unidos. Yo traté de incorporar las recetas más tradicionales que pudiera. Por ejemplo, hice una cerveza en una colaboración que tenía las flores que empleamos para altares de muertos, y añadí canela y naranja. Es como revivir las tradiciones, nuestra cultura y vivirlo a través de algo que todos disfrutamos”, concluye.

A las maltas y lúpulos americanos se les unen productos típicos, como el chile, la vainilla y el café de veracruz e incluso el fruto del nopal, y de esa forma, dice la cervecera, es cómo a través de los olores y los sabores se mete Mexico en un barril de cerveza.