La ciudadanía en Brasil protestó con un cacerolazo masivo y lleno de indignación durante el mensaje televisado del presidente Jair Bolsonaro la noche del martes. Al grito de “Fora Bolsonaro”, miles de ciudadanos rechazaron la política sanitaria del mandatario, mientras que el país bate nuevos récords de muertes diarias por el COVID-19 y el colapso hospitalario aumenta. 

Las protestas desde las ventanas ciudadanas se vienen dando desde el martes pasado, sin embargo el cacerolazo más fuerte se produjo anoche luego de que en las últimas 24 horas, el país registrara un nuevo récord con 3.251 muertes por coronavirus. El cacerolazo se escuchó principalmente en Sao Paulo, Río de Janeiro, Fortaleza, Brasília, Arrecife, y otras ciudades.  

El Consejo Nacional de Ministros de Salud (Conass) de Brasil informó en su cuenta de Twitter que durante las últimas 24 horas se reportaron 82.493 nuevos contagios con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, para tener un acumulado de 12.130.019 de casos.

Durante el discurso, el presidente intentó calmar los ánimos en relación a la situación sanitaria y afirmó que el 2021 sería “el año de las vacunas”, a pesar de que en el país poco más del 5% de la población de 210 millones de habitantes ha tenido acceso a alguna dosis.

Bolsonaro ha sido líder de la negacionista ultraderecha brasileña y ha minimizado las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia, lo que ha generado que la sociedad encuentre como irresponsable la reacción del mandatario a esta crisis sanitaria. 

A pesar de que el lunes el Gobierno anunciara un paquete de medidas económicas de emergencia, la aprobación de Bolsonaro  ha caído 10 puntos en los últimos tres meses, dejandolo con un 30% de aprobación ciudadana.