"No juegue con COVID": La reapertura de casinos en tiempos de pandemia
Algunas tribus han abierto sus negocios a pesar de las advertencias.
De poco le valió al Gobernador de Connecticut Ned Lamont rogar a las naciones tribales que dirigen los casinos Foxwoods Resort y al Mohegan Sun que se abstuvieran de abrir sus puertas hasta que la pandemia de COVID-19 estuviese más controlada, e incluso les amenazó con retirarles las licencias de alcohol, pero ellos lo hicieron igual.
Eso sí, al menos se logró que los trabajadores de transportes colocasen carteles en la carretera como los que ahora pueden leerse: “Evite las grandes multitudes” y “No juegue con COVID”.
"Las personas mayores de 65 años no deberían estar en grandes lugares de reunión. Creemos que eso es peligroso, incluso ahora", declaró Lamont a AP tras la reapertura parcial de los casinos el pasado 1 de junio, algunas semanas antes de la fecha prevista por el estado para los grandes eventos indoors.
“Por eso mismo tratamos de poner a la vista algunos buenos consejos para la gente que va de camino a los lugares de juego”, añadió el demócrata.
Las dos tribus de Connecticut que dirigen estos casinos, dos de los más grandes del mundo, la Nación Nación Tribal Mashantucket Pequot y la Tribu Mohegan, no han sido las únicas en avanzar la reapertura, aunque lo están haciendo con toda suerte de medidas de seguridad.
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Comunidades nativas de Washington, Oregon, California, Florida, Carolina del Norte, Nueva York y otros estados también se han visto en la tesitura de abrir sus puertas para sufragar la gran crisis económica e ir incorporando poco a poco a sus trabajadores, pese a que las normas estatales aún no permiten las aglomeraciones.
El motivo de que los casinos de las tribus puedan reabrir mientras que otros negocios se vean obligados a respetar las órdenes de cierre, tal y como explicó el Gobernador de Nueva York Andrew Cuomo, se debe a que la Constitución las reconoce como naciones soberanas con plena autoridad dentro de sus reservas, así que ningún gobierno local o estatal tiene potestad mayor que la de la tribu.
La Nación India Oneida, en el estado de Nueva York, anunció que reabriría tres casinos el miércoles pasado, y la Nación Cayuga reabrió su casino el 15 de mayo. Mientras que en California y Florida, tanto el demócrata Gavin Newson como el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, hicieron verdaderos esfuerzos para convencer a los líderes tribales de que al reabrir sus negocios podrían provocar nuevos brotes de COVID.
Giménez llegó a recurrir a las redes y a la emisión de un mensaje en vídeo tras la reapertura del casino Miccosulkee Resort & Gaming el mes pasado y advirtió a los residentes que debían ser cuidadosos, sobre todo los de mayor edad. Muy a pesar de que los Miccosulkee se resistieron a esta campaña, acabaron cediendo a las presiones.
Según AP, la American Gaming Association detectó hasta el pasado martes 280 casinos tribales en funcionamiento, mientras que 244 se mantienen aún cerrados por la amenaza de nuevos contagios. Unas cifras que para la subdirectora ejecutiva de la National Indian Gaming Association, Danielle Her Many Horses, no sólo demuestran la gran variedad de opiniones que hay en las tribus sino su relación con los gobiernos locales y estatales del país.
Historia original de Marina Villeneuve para AP.
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