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Con su instalación de tejidos y bordados en los Jardines Mágicos de Filadelfia, artista mexicana Ornella Ridone explora el consumismo y la relación entre EE.UU. y México. Foto: Emily Neil / AL DÍA News
Con su instalación de tejidos y bordados en los Jardines Mágicos de Filadelfia, artista mexicana Ornella Ridone explora el consumismo y la relación entre EE.UU. y México. Foto: Emily Neil / AL DÍA News

Tejiendo historias entre EE.UU. y México

La instalación de tejidos y bordados de la artista Ornella Ridone en los Jardines Mágicos de Filadelfia explora la delicada arquitectura y destructivas…

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Piezas de ropa atadas con nudos y aplanadas en el suelo, se extienden por el vestíbulo de entrada a los Jardines Mágicos de Filadelfia. Algunos visitantes dudan si pisarlas o no para poder llegar hasta la siguiente sala del museo, al otro lado del pasillo. 

“Me siento culpable pisando todo esto”, comenta con risa nerviosa una mujer en el día de la inauguración. 

Alguien descubre que la ropa tendida en el suelo no es simplemente ropa colocada al azar, sino que está ordenada según los colores de la bandera mexicana, con secciones rojas, blancas y verdes, e imágenes bordadas de la cresta del águila colgando de la pared en el lado derecho. 

“¡Ahora me siento aún más culpable!”, exclama la visitante. 

Este tipo de respuesta, automática y emocional, hacia su obra es precisamente la que la artista italiana Ornella Ridone pretende provocar en el espectador cuando atraviesa su exposición Allá Abajo / Down Below en los Jardines Mágicos de Filadelfia (1020 South Street). La bandera, hecha con piezas de ropa perdida, es el punto de partida de la exposición de Ridone, donde también se exhiben paneles bordados inspirados en las tradiciones del pueblo de Oaxaca donde vive ahora, además de otras escenas capturadas por su imaginación durante un viaje a Filadelfia en la primavera y verano de 2017 como parte de la Residencia Julia Zagar para mujeres artistas, lo que la llevó a ser seleccionada durante su ronda inaugural por los Jardines Mágicos de Filadelfia. 

“Se trata de ver lo que la obra puede despertar en el espectador”, dice Ridone. “Se trata de que la gente, los norteamericanos en general, despierten y se digan: “ay, ¿estoy pisando un país?”. 

Al final, Ridone tiene previsto colgar la bandera mexicana “pisoteada” junto una bandera mexicana parecida, pero hecha con piezas de ropa que en estos momentos cuelgan, suspendidas en el aire, en una exposición en Ciudad de México. La artista espera provocar un debate adicional al juntar una bandera pisoteada, ensuciada y hecha trizas en Estados Unidos, con una bandera pristina y bien conservada en la capital de México. 

“Más siempre es mejor” 

Para Ridone, nacida y criada en el norte de Italia, pero residente en México desde que emigró por primera vez a este país, con 20 años, la visión de Estados Unidos que ofrece en Allá Abajo / Down Below, como se titula su instalación, se resume en “capitalismo”, aunque quizás esté mejor definida en una frase que la artista leyó una vez en un anuncio, que decía, simplemente: “Más siempre es mejor”. 

“Tal y como digo en mi obra, eso implica que un país debe sostenerse por sí mismo. Y cuando esto se basa en el consumismo, no podrá mantener su estilo de vida durante mucho tiempo, por lo que siempre necesitará absorber otros países, gente y recursos para poder mantenerse”, explica Ridone, de pie frente a un par de overols blancos suspendidos en el aire, que llevan bordados en hilo rojo de botellas de Coca Cola, zapatos, relojes, pistolas y otros emblemas del consumismo y capitalismo americano.

Otras escenas bordadas en rojo y blanco - colores que Ridone ya usó en otra de sus obras anteriores para referirse a las conexiones de sangre y familia entre las mujeres de su familia - muestran imágenes icónicas de Filadelfia mezcladas con figuras más míticas y fantásticas. En un panel, por ejemplo, aparecen figuras demoníacas consumiendo a personas frente a un agente de policía; en otro, aparece un camión del ejército americano botando a un veterano al que le falta una pierna. Otras escenas están influenciadas por las visitas de Ridone al museo Mütter - “un lugar que le fascinó”, dice - durante su estancia en Filadelfia.

Cada detalle representa un mundo que resulta familiar y a la vez perturbador para los residentes de la ciudad, ya que enmarcan lo que es normal, a la vez que ofrecen una mirada en el espejo que nos extraña y conmueve, aportando una visión más clara de la realidad. 

Un diálogo interior 

Para Ridone, el acto de bordar o tejer en sí mismo es una forma de rebelión inherente contra la sociedad consumista. 

“Es una forma de diálogo más interior, y la verdad es que en el acto de bordar o tejer uno está en contacto muy estrecho con uno mismo... Creo que esto es muy importante en un mundo donde todo es externo: imágenes, televisión, todo impulsa a salir de uno mismo”, dice Ridone. 

“Mucha gente me dice: esto (de tejer) debe ser muy lento, muy aburrido, o quieren saber cuánto tardé en terminarlo. Pero, precisamente lo hago por esto, porque va en contra de esta manía de hacerlo todo rápido, rápido”, destaca la artista, añadiendo que el hecho de que alguien tenga que ralentizar el ritmo para tejer o bordar es una declaración de principios en sí misma. 

Ridone descubrió por primera vez el arte de tejer y bordar cuando vivía y trabajaba en Sierra de Oaxaca como estudiante de antropología. Se enamoró de inmediato de ese arte, y más adelante descubrió que su tía abuela también fue bordadora de profesión en las montañas de Italia hace mucho tiempo. 

Destacando que su trabajo artístico es diferente, aunque influenciado por el trabajo de hombres y mujeres de México y de toda América, Ridone admite que se ha inspirado en el trabajo textil de muchas mujeres, que también forman parte de la exposición: las ocho imágenes de la cresta del águila bordadas en la bandera mexicana fueron de hecho realizadas por algunas mujeres del pueblo de Oaxaca donde vive ahora. 

“La complejidad del arte del textil y el bordado no suele estar muy reconocida”, explica Emily Smith, directora ejecutiva de los Jardines Mágicos de Filadelfia. 

“Creo que es muy importante enfocarse de verdad en estas mujeres que a lo largo de la historia no han tenido esta plataforma, o cuyo trabajo no ha sido tomado en serio, para decir que el tejido y el bordado no son una mera artesanía sino un trabajo increíblemente, increíblemente técnico, bello y potente”, añade Smith. 

La instalación estará abierta hasta el 8 de julio.