3 mitos sobre las familias homoparentales
¿Las familias de padres del mismo género enfrentan más dificultades en la educación de sus hijos que las familias heteroparentales?
La familia se ha definido de muchas formas dependiendo de la óptica con la que se le mire: legal, social psicológica, cultural e incluso religiosa. Sin embargo, estamos todos de acuerdo que es un grupo de personas que conviven bajo el mismo techo y comparten vínculos afectivos, intereses y metas comunes y constituyen las bases de nuestras sociedades.
En el siglo XXI, un tema de gran discusión a nivel global, es la realidad de la presencia de familias homoparentales (padres del mismo género) en todos los ámbitos de nuestras comunidades y se han activado discusiones respecto a la funcionalidad y pertinencia de las mismas dentro del contexto de la educación y crianza de hijos sanos y felices aptos para enfrentar los desafíos del mundo actualizado.
Es en este ámbito donde surgen infinidad de mitos al respecto e intentaremos abordar algunos de ellos.
El matonaje escolar es un fenómeno que ha estado presente a lo largo de la historia en todos los contextos sociales y nuestras escuelas actuales no son la excepción, sólo que hoy día está más visibilizado y se ha convertido en un tema “foco” del desarrollo del niño y del adolescente.
Sin embargo, hay múltiples investigaciones que han comparado dicho evento sin poder concluir que los hijos de familias homoparentales sufren mayor acoso escolar que los hijos de padres heterosexuales.
Las razones por las que se instala el bulling en el ámbito escolar responde a muchas causas y generalmente forma parte del ensayo de interacción social que se da en la infancia y en la adolescencia donde comenzamos a apreciar las diferencias existentes entre unos y otros y aprendemos el respeto y la tolerancia, y en este aspecto, los niños suelen adquirir más fácilmente las herramientas para socializar con sus pares e incorporar dichos valores que los adultos.
La identidad de género y la elección de pareja sexual forman parte de un proceso de construcción de la personalidad mucho más complejo que la simple imitación en el ser humano.
El desarrollo de nuestra personalidad, la elaboración de un proyecto de vida y nuestra visualización en el mundo con un rol particular son el resultado de una serie de eventos que se viven en la edad preescolar y en la adolescencia y para los cuales contamos con las figuras parentales como andamios que nos sostienen y nos apoyan en lograrlo.
En nuestras comunidades latinoamericanas e incluso a lo largo del mundo es muy frecuente encontrar familias con un padre o una madre solos, y esto es posible apreciarlo históricamente, sin que haya cambios en la distribución de la cantidad de homo o heterosexuales en las sociedades relacionados con ello.
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No por tener dos padres o dos madres o la ausencia de uno de ellos, elegimos nuestra identidad de género o nuestra pareja.
Las funciones de la familia vienen dadas por la satisfacción de necesidades básicas; brindar afecto, seguridad y protección; establecer normas y fomentar valores.
El hecho de que una pareja homosexual decida formar una familia no cambia en nada las motivaciones, objetivos y dinámicas respecto a una pareja heterosexual.
La homosexualidad ha sido penalizada en la historia de la humanidad recién en la Edad Media cuando se le tachó de delito e incluso enfermedad mental. No fue sino hasta mediados del siglo XX cuando se comenzó a despenalizar y se le retiró la etiqueta de Enfermedad Mental.
El que una familia homoparental tenga garantías de estabilidad legal, social y aceptación en el medio facilitará su funcionamiento como célula fundamental de la estructura de nuestras comunidades.
El desempeño del rol paterno y rol materno es irremplazable, no importa quién lo ejerza, para el desarrollo adecuado del ser humano. En la medida en que nuestras familias sean vistas como una institución donde exista la estabilidad, el intercambio de afecto, la seguridad y se le brinde al niño un ambiente que favorezca su crecimiento y desarrollo carece de importancia el género de los padres.
Todo parte por la aceptación y el respeto de las diferencias entre los seres humanos, siempre y cuando los valores de cada familia se gesten dentro de ella.
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