Gene Simmons abrió su bocaza de par en par. Aquellos tíos eran clavaditos a ellos, como mirarse en un maldito espejo. Sin embargo, no podían haber sido más opuestos que sus tocayos argentinos, Los Caú, una leyenda musical en su propio país que por alguna razón inexplicable se vestían y maquillaban como Kiss para interpretar ¡cumbia!, ritmos tropicales y folclore guaraní. 

Cuando los componentes de la banda los vieron brincar y cantar al ritmo de "Salten todos", hasta la lengua del Demonio se encogió. "¿Esto va en serio?". Pero en realidad Los Caú no eran ninguna broma, habían grabado 24LPs.

El encuentro entre ambos grupos tan perecidos y tan diferentes tuvo lugar en 1997. Los Kiss se habían trasladado a Argentina para presentar su nuevo disco, Psycho Circus, y recuperaron el maquillaje para la ocasión. Durante el programa de televisión, Los Caú -"borrachos" en guaraní- les regalaron un disco firmado en donde figuraban como sus calcos tropicales y que hoy se expone como una rareza en el museo de Kiss. El presentador del programa argentino les preguntó a ambas formaciones: "Entonces, ¿quién fue el primero", y los guaraníes aullaron: "¡Los Caú!".

Obviamente, no era cierto.

La idea fue de su manager, Américo Cardinale, un Malcolm McLaren a la argentina. Cardinale se había hecho un nombre como experto en el fenómeno de las "bailantas", que eran unos bailes familiares de música tropical y folclórica que se celebraban en el conurbano bonaerense, y le pareció de lo más loco que en pleno furor del hard rock un grupo de chamamé -un estilo popular del nordeste de Argentina- tuviese una estética bien rockera. De hecho, cuando conoció a Víctor Morel, alma de los futuros Caú, éste tocaba covers de rock en fiestas particulares y hoteles junto a su banda.

“Me dijo que quería que ¡nos pintáramos la cara como lo hacían los Kiss! Casi me muero”, recordaba Morel. Así es, porque Cardinale, hombre listo, pensó que si todo el mundo adoraba a los Kiss, también amarían a este nuevo grupo que eran sus gemelos tropicaleros. 

Su primer LP, grabado en los 1980 y donde aparecen maquillados como los Kiss pero en un paisaje bastante bizarro, supuso una verdadera revolución que hizo que toda Latinoamérica se preguntase quiénes eran esos freaks de categorías que iban a ser los pioneros de la movida tropical. En 1985, Los Caú consiguieron superarse con la portada de un disco donde se les puede ver en mitad de un terreno en obras, como lo hicieran los mismísimos Judas Priest o Metallica. 

“No habíamos tocado en Obras, ni ahí, pero Kuky (socio de Cardinale) estaba reformando su casa. Vénganse que nos comemos un asado y hacemos las fotos”, dijo Morel.

De hecho, tan bien les fue la comparación que el sello MH los describía como "los diablos de la cumbia" y los inventores de la "cumbia metálica". Generaciones enteras recuerdan su paso por los más variopintos programas de televisión ataviados con tachuelas y brazaletes de cuero, cantando sus divertidas canciones.