Cuando la mexicana Alondra de la Parra (Nueva York, 1980) se planteó ser directora de orquesta, recuerda que "todos eran hombres, viejos y europeos".

"Me alegro de que ahora las jóvenes mujeres que quieren dedicarse a esta profesión tengan referentes y no lo vean tan extraño como yo lo veía,  porque la igualdad es lo natural y tenemos que volver a ella".

Esas fueron sus palabras en la rueda de prensa celebrada el pasado febrero para anunciar su debut en Barcelona al frente de la orquesta de la ciudad. Fueron dos  conciertos que formaban parte del Festival Emergents (Emergentes)  en el que se interpretaron obras de Lili Boulanger, Robert Schumann y Igor Stravinsky ('La consagración de la primavera'). 

Un mes después, la prestigiosa directora latinoamericana vuelve hoy a debutar en Barcelona en un concierto en el Palau de la Música, templo de la música clásica de la capital catalana, al frente de la Deutsche Kammerphilhamonie Bremen.  De la mano de una jovencísima y premiada violinista María Dueñas, interpretarán el Concierto para violín de Sibelius, las Variaciones concertantes de Ginastera y la Séptima Sinfonía de Dvořák. 

“Me encanta Barcelona. Llevó meses por aquí por un nuevo trabajo que llevo desarrollando desde hace seis años que se llama Silence of sound […] Y a la conclusión a la que llego es que Catalunya es una tierra mega fértil para el arte”, aseguró la mexicana en la rueda de prensa del mes pasado.

Después de haber dirigido más de 100 orquestas en 22 países, De la Parra es hoy una de las directoras de orquesta más prestigiosas a nivel internacional, con el mérito de ser mujer y latinoamericana en un mundo dominado por hombres blancos y europeos. 

Una vida dedicada a la música

Criada en Ciudad de México, tuvo  la suerte de que sus padres la llevaban a muchos conciertos: de ópera, de música sinfónica, de música popular, y enseguida tuvo claro que quería dedicarse a la música. 

“En México tenemos las rancheras, escuchamos el merengue, la cumbia, el son, la salsa… Y escuchaba de todo, tenía una exposición a todo tipo de música, al son yucateco, al son veracruzano y también a toda la tradición de canciones yucatecas, porque mi familia, mis tías, abuelas y abuelos, cantaban todos, cantaban frente al piano, con la guitarra etcétera. Entonces, para mí la música era parte de la vida desde siempre”, explicó en una entrevista reciente con RTVE.

A los siete años empezó a estudiar piano y a los 13 hizo lo mismo con violonchelo. Más adelante estudió composición en el Centro de Investigación y Estudios Musicales (CIEM) de México, y gracias a su esfuerzo y  dedicación pudo ingresar como becaria en la Manhattan School of Music de Nueva York (tenía entonces diecinueve años),  donde terminó la carrera de Piano bajo la tutela de Jeffrey Cohen. Posteriormente alcanzó la Maestría en Dirección Orquestal, esta vez bajo la tutela de Kenneth Kiesler. En ambos casos obtuvo los grados con honores.

Ha dirigido más de 100 de las orquestas más prestigiosas del mundo, incluyendo la Orchestre de Paris, London Philharmonic Orchestra, Tonhalle-Orchester Zürich y la Berlin Radio Symphony Orchestra, y es fundadora y directora artística de la Orquesta Filarmónica de las Américas, además de directora musical de la Orquesta Sinfónica de Queensland en Australia.