Minimal tropical y selvático: diseccionando a Kernesse
El duo argentino sigue lanzando animaciones para el que fuera su último EP de downtempo al que insuflan tonalidades sudamericanas.
El dúo argentino Kernesse, formado por Pedro Perelman y Gonzalo Urtizberea, sigue lanzando las animaciones para su último EP, Awake, realizadas por el propio Perelman. Ligeramente lisérgicas y visualmente excitables, siguen desplegando una rave de psicodélicos personajes danzarines que acompañan perfectamente la propuesta escapista del álbum.
El álbum apareció en noviembre en la discográfica turco-alemana The Magic Movement, sello de electrónica de Nicola Cruz, Luca Musto o Xique-Xique. La realidad es que parece sumamente complejo trabajar en varias direcciones en el mundo del house, el minimal y el downtempo, que son las de inscribirse al género sin resultar profundamente berlinés e integrando los sonidos latinos.
Numerosos artistas que juegan con la electrónica disco o los beats más groovy pueden con facilidad jugar a apropiar sonidos tropicales (por lo pronto, por poner dos ejemplos, Maruwá o Todd Terje), puesto que parece ser uno de los vectores en la electrónica ambiental, el viaje remoto y la reclusión al corazón de la naturaleza. El chill out y el house original de Ibiza ya sonaba ligeramente tropical.
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Y sin embargo el gran mérito de Kernesse en Awake es retransitar esas zonas comunes que podían ser más o menos performativas del género musical en esta ocasión como parte de un legado musical inscrito en ellos mismos, por ello que suenan eclécticos y profundamente originales pese a jugar con similares elementos.
En 'Chacarera del Tiempo', uno de los cinco temas del disco, reinterpretan en clave downtempo la mítica danza argentina o en 'Marimba' se apropian de esa clase de percusión de ese instrumento ya tan latino.
Según informa El Universo, es un disco resultado de la cuarentena pero apenas es perceptible porque entre tanto funky solo nos evoca las ausentes salas de baile. El título sí hace plena referencia a los efectos de la situación mundial: “De alguna manera fue un despertar para todo el mundo”.
Pedro y Gonzalo (Gurtz), de 41 años, se conocieron en 2015 y gracias a este proyecto han podido desplegar otra de sus pasiones, viajar. Lanzaron dos discos los años anteriores (Esperanza, Kermesse) y gran cantidad de EPs (Sunday Glide, Bioma, Bohemia) o colaboraciones en remixs de dub. De Tel Aviv a Barcelona pasando por Amsterdam este dúo andan exportando una tonalidad de house capaz de invocar el cielo sudamericano.
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