Entre adivinadoras y curanderos
La escritora Ingrid Rojas publica ‘The Man Who Could Move Clouds’, una autobiografía enmarcada en los poderes mágicos de su familia y la violencia en Colombia
A Ingrid Rojas Contreras (Bogotá, 1985) la magia le corre por las venas. Su abuelo Nono era un curandero de renombre, dotado de lo que la familia llamaba “los secretos”: El poder de hablar con los muertos, predecir el futuro, tratar a los enfermos y mover las nubes. Y su madre, Mami, la primera mujer de la familia en heredar “los secretos”, se hizo curandera después de él.
Sin embargo, para Rojas Contreras ese mundo místico y encantador de curanderos y adivinadores no consideraba que era el suyo, hasta que un día, cuando tenía unos 20 años y ya vivía en los Estados Unidos se golpeó la cabeza en una caída, lo que le provocó una amnesia temporal.
Tras recuperar la memoria, su familia le contó emocionada que décadas atrás su madre había sufrido una caída similar que también le había provocado amnesia temporal. A partir de entonces había tenido acceso a “los secretos” y se había hecho curandera.
Impulsada por esta extraña coincidencia, y por el deseo de redescubrir la historia de su familia, en 2012 Rojas Contreras decidió embarcarse en un viaje a Colombia junto a su madre y hermanas para desenterrar a su abuelo Nono, ese hombre vestido siempre de blanco inmaculado a quien la gente acudía para pedirle que no lloviera antes de un partido de fútbol o para desterrar fantasmas.
El propósito era empezar a escribir lo que acabaría siendo su primer libro de memorias: 'The Man Who Could Move Clouds', publicada en inglés en EE.UU el pasado mes de julio, y que saldrá traducida en español en septiembre bajo el nombre 'El hombre que movía las nubes'.
“No se trata solo de las memorias de mi vida, sino de dos generaciones anteriores a la mía, la de mi abuelo y la de mi madre, que se hizo curandera después de él. Como narradora, me encantaba la idea de que hubiera historias que empezaron con la vida de mi abuelo y sólo se resolverían en mi vida, mucho después de que él se hubiera ido. Mi historia no va solo de curanderos, sino también de curación”, explica Rojas Contreras en una entrevista por email con AL DIA News.
Sus padres se mudaron a Estados Unidos en los años noventa. Reside en San Francisco (California) y dice que eligió el género de no ficción porque el hecho de que su abuelo tuviera capacidad para mover las nubes y otros fenómenos inexplicables, como afirmaba todo el mundo, hubiera perdido verosimilitud en una novela inventada.
CONTENIDO RELACIONADO
Además, “la investigación para el libro me interesó mucho. Consistió en entrevistar a familiares y desconocidos sobre fantasmas y ese tipo de cosas inexplicables de las que nadie sabe cómo explicar”.
Mi historia no va solo de curanderos, sino también de curación.
Con Mami como su imprevisible, obstinada y a menudo hilarante guía, Rojas Contreras rastrea su linaje hasta sus raíces indígenas y españolas, descubriendo la violenta y rígida narrativa colonial que acabaría dividiendo a su familia mestiza en dos bandos: los que creen que "los secretos" son un regalo y los que están convencidos de que son una maldición.
ADOPTAR UN NUEVO IDIOMA
Rojas Contreras nació y creció en Bogotá (Colombia), pero siendo adolescente su familia decidió escapar de la violencia política en su país y emigrar al extranjero, primero a Venezuela, y luego a Estados Unidos, donde estudió en la universidad.
A pesar de que el español es su lengua materna, coincidiendo con la huida de Colombia empezó a escribir en inglés. “Sentí que el hecho de dejarlo todo y mudarme a Venezuela justificaba un nuevo idioma por mi parte. Escribí extraños poemas y relatos con una comprensión rudimentaria del inglés. No me tomé en serio hasta mucho después”, explica. “Una vez en Estados Unidos -añade- descubrí que estar en una tierra que no era la mía y escribir en un idioma que no era el mío, era una forma explícita de escribir sin el coste de la inmigración”.
Su primera novela, 'Fruit of the Drunken Tree' (publicada en español como 'La fruta del borrachero'), fue la ganadora de la medalla de plata en Primera Ficción de los California Book Awards. Sus ensayos y relatos cortos han aparecido en el New York Times Magazine, The Believer y Zyzzyva, entre otros. Aunque extraña mucho Colombia, siente que si ahora regresa “no sería lo mismo, habría una especie de distanciamiento infranqueable”, concluye.
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.