‘Delirio americano’: ¿debe América Latina asumir algunas responsabilidades?
El ensayista colombiano Carlos Granés analiza en 'Delirio americano' la realidad intelectual y política de América Latina en el siglo XX.
Considerado uno de los mejores ensayistas de Latinoamérica, Carlos Granés (Bogotá, 1975) acaba de publicar ‘Delirio americano’ (Taurus), un análisis profundo de la experiencia cultural y política de América Latina con la idea de que el continente debería asumir algunas responsabilidades y no buscar culpables en otro lugar. Y lo primero que hace es señalar a los intelectuales y escritores latinoamericanos, porque, en su opinión, despreciaron las democracias liberales y se acercaron demasiado a los movimientos nacional-populistas de carácter autoritario, empezando por el populismo de Perón en Argentina en los años 30.
“El drama de América Latina es que los intelectuales despreciaron las democracias liberales”, explicó Granés en una entrevista con el medio online Crónica Global. El autor pone como ejemplo que en 1900, con Estados Unidos como gran país que tiene una gran influencia en el continente, había escritores como José Enrique Rodó, “un uruguayo, buen escritor, diferencia entre lo sajón y lo latinoamericano. E identifica lo sajón con la democracia liberal. Y lo latinoamericano debe hacer otra cosa, la democracia liberal no es una opción y se miran experimentos de gobierno distintos. Esa es la clave”, dice. Por eso surgen modelos como el PRI en México, “que es algo típicamente latino, una especie de despotismo ilustrado. No hay un rey, pero el presidente de turno puede hacer lo que quiera. No se puede disentir del poder. Es una tónica en América Latina”, concluye.
Granés también se atreve a criticar a grandes como Gabriel García Márquez.
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“A nivel literario García Márquez es incuestionable. A nivel político, en cambio, encarnó un problema típicamente latinoamericano, al menos de los latinoamericanos de los años setenta y ochenta: despreció el gobierno y aplaudió el poder. Y eso fue lo que le recomendó a la izquierda”, dice en otra entrevista con el Heraldo de Aragón. “No que aspirara a llegar a los gobiernos, sino que aspirara a ganar poder. Esa manera de entender la política lo enemistaba, inevitablemente, con la opción democrática, que supone gobernar sin tener el monopolio del poder”.
Desde las primeras reivindicaciones de una América Latina con identidad propia por parte de poetas y ensayistas, el surgimiento del comunismo y el fascismo latinoamericano y la irrupción del populismo hasta la resaca del boom, las nuevas tensiones entre lo local y lo global y la muerte de Fidel Castro en 2016, el libro rastrea el papel de las ideas y las artes en la invención de América Latina y en la construcción de las identidades nacionales durante las dictaduras y revoluciones.
Granés da cuenta con brillantez de la influencia del surrealismo, cuyo impacto decisivo fue también político, pues dio lugar a una alternativa individualista, libertaria e imaginativa a las ideologías totalitarias y al populismo que derivaría en la izquierda heterodoxa y en el liberalismo. 'Delirio americano' amplía la mirada del lector sobre un continente cuya historia y destino afectan a las prácticas políticas y culturales de todo Occidente.
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