Sky Rojo es la nueva serie de los creadores de la exitosa La Casa de Papel, Álex Pina y Esther Martínez Lobato, que recién llegaba a Netflix ofreciendo acción a raudales. Los productores pasaron de los robos a bancos a las persecuciones con violentos proxenetas.

Pensada para el rápido consumo, la primera temporada tiene ocho episodios que no llegan a la media hora; el tipo de serie con el que últimamente también trabajan otras plataformas de streaming que pretenden que el espectador tengan un empacho audiovisual de fin de semana.

La historia sigue la huida de la española Gina (Yandi Prado), la argentina Wendy (Lali Espósito) y la cubana Coral (Verónica Sánchez). Interpretan el papel de prostitutas que escapan de un burdel de Tenerife tras herir al proxeneta al mando. Una mezcla entre road movie de venganza y buddy movie entre camaradas prostitutas.

"Las nuevas generaciones de espectadores tienen muchos estímulos, lo que nos ha llevado a reducir los tiempos narrativos, e incluso dentro de la serie a crear viajes emocionales de minuto y medio que le sirvan al espectador para tener suficiente material mientras ve la serie en el móvil cuando viaja en autobús", contó sobre el formato Martínez Lobato.

Pina presenta también la mezcla entre comedia y acción como el formato que más engancha al espectador: "mientras el espectador se está divirtiendo en un proceso de adrenalina y humor, irá dejando cargas de profundidad en su conciencia como si fuera un caballo de Troya".

Miguel Amoedo, productor de la serie, la etiqueta como 'pulp latino' por el formato híbrido de 'fast food' y por la mezcla también de géneros rebosante de acción. Álex Pina amplía en forma de pregunta sus intenciones: "¿Por qué no hacemos un tercer acto constante y generamos una ficción llena de adrenalina pero sobre todo de energía?".

La verdad es que ambos son también buenos poniendo etiquetas a sus productos. Si vendieron la exitosa La Casa de Papel como un producto “punk” nada podía detenerlos ya para etiquetar como pulp su siguiente entrega.

La etiqueta pulp nace en referencia a un tipo de papel especialmente barato que se empleaba en ediciones accesibles de tramas igualmente populares. Igual que deformaron la etiqueta punk para incluir un producto aparentemente antisistema, ahora deforman la etiqueta pulp en un producto costoso y de primera línea pero haciendo referencia solo a los aspectos genéricos.

Temáticamente, sí resulta totalmente pulp por emplear protagonistas tan estereotipadas como pueden serlo las prostitutas en una trama noir. Aunque renieguen de los arquetipos, esa ha sido su principal apuesta, por eso es fácil encontrar ecos con otras road movies como Death Proof (Tarantino, 2007) o la saga Mad Max.

Así que, respondiendo a la pregunta, el pulp latino audiovisual existe a su muy particular manera.