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Imagen promocional del cortometraje chileno Bestia.
Una importante nominación para el cine chileno. Foto: @MuseoMemoriaCL.

“Bestia”, la inspiración del corto chileno nominado al Óscar

Luego de un exitoso recorrido por distintos festivales alrededor del mundo, el cortometraje animado de Chile, “Bestia”, logra un destacado reconocimiento.

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Una oscura y sanguinaria mujer, producto de una época que ningún latino debería olvidar, la dictadura chilena con sus prácticas de desaparición forzada sistemáticas, es la protagonista de este cortometraje animado del chileno Hugo Covarrubias, el cual hace parte de la lista de nominados a un premio Óscar de la Academia. 

Luego de recorrer con éxito distintos festivales internacionales, la cinta de Covarrubias, titulada “Bestia”, se ganó un lugar entre los pretendientes a la estatuilla más cotizada del cine mundial, presentando una historia que, con una atmósfera desgarradora, destapa un episodio vivido en pleno apogeo del gobierno de Pinochet y que desnuda un pasado turbulento en Chile que muchos preferían no descubrir. 

¿En quién se basa esta historia?

“Bestia” se basa en una hábil y peligrosa torturadora del régimen militar chileno quien tuvo a su cargo todo un destacamento de mujeres criminales al interior de la Policía de ese país. Ingrid Olderöck (1944 - 2001), también conocida como “la mujer de los perros”, logró, gracias a su operar violento y frío, convertirse en la mujer más poderosa de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA,  las fuerzas policiales represivas creadas durante el régimen de Pinochet.

A pesar de su nefasta reputación como una de las torturadoras más temibles, no es un personaje del que se tenga mucho conocimiento, por lo que seguramente solo a través de este cortometraje se podrán dar a conocer la libertad y frialdad con las que esta mujer llevó a cabo innumerables y atroces crímenes bajo la protección y complicidad del Estado. 

“Creo que ella representa a la maldad en su máxima expresión, a pesar de ser solo una parte de este engranaje de la DINA", le señaló Hugo Covarrubias al medio alemán DW.

Covarrubias basó parte de su historia en el libro de Nancy Guzmán, “Ingrid Olderöck, la mujer de los perros”, donde se revelaba la frustración, paranoia e incongruencia mental de la cruel torturadora. Sin embargo, y desligándose del texto, el director decidió profundizar en la psiquis del personaje, ver más allá de la agente policial violenta y descubrir un ser humano lleno de traumas.

Entrevistas a la “Bestia”

El libro investigativo de Guzmán, quien de acuerdo con Covarrubias es quien mejor puede contar la historia de esta mujer hija de alemanes y experta en las artes de la disciplina militar, se basa en una serie de entrevistas con la “Bestia” y fue publicado en 2014.

La escritora relata que Olderöck creció en un hogar que alababa el régimen nazi de Hitler y cuyos padres eran extremadamente duros con ella y sus otras dos hermanas. Asimismo, fue educada para ver a los chilenos como personas inferiores, sin importar que ella hubiera nacido en el país suramericano. 

“La mujer de los perros” siempre destacó en la vida militar, siendo incluso la fundadora de la escuela femenina de Carabineros. “Ella era un comando en sí misma, hizo todos los cursos que pudo, era experta en artes marciales, en tiro, en montar a caballo, en paracaidismo y experta en adiestramiento de perros”, describe Guzmán. 

Scene from a short film from Chile called Bestia

Entrenadora de perros

Por medio de un accionar aberrante, Olderöck aprovechó su condición de entrenadora canina para adelantar torturas usando a un pastor alemán. Tanto detenidos, como detenidas eran conducidas a un lugar en el que eran abusados sexualmente por el canino. 

Valor histórico

Para Covarrubias, quien se tomó tres años y medio para realizar este proyecto, es importante sacar a la luz estos episodios, especialmente en un contexto donde todavía gran parte de la sociedad aún no cree en los horrores de la dictadura. 

Estos personajes, que se hacen fuertes en medio de crisis de institucionalidad y en escenarios donde se normaliza el ataque a los derechos humanos, deben ser reconocidos y visibilizados, más allá de una cuestión de género, tiempo o espacio, ya que solo aproximándonos a este tipo de seres podremos intentar explicar la lógica del mal en nuestras sociedades. 

Este es el cortometraje: