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Foto: bciff.mx
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El Festival Internacional de Cine de Baja California resiste a la pandemia

Igual que varios festivales internacionales, el Festival Internacional de Cine de Baja California pasó su programación a streaming.  

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El Festival Internacional de Cine de Baja California busca divulgar la mejor producción cinematográfica independiente, como hacen tantos festivales más, pero también tiene un fuerte compromiso social con la ciudad en que se realiza: Tijuana.

En esta ciudad fronteriza, el festival busca fortalecer el sector turístico y todos los movimientos industriales y empresariales que suceden entorno al movimiento cultural. Durante los anteriores tres años también ha sido un camino para aportar a mejorar la sensación de seguridad en la ciudad.

Ese compromiso social explica por qué el festival no ha renunciado a la idea de llevarse acabo presencialmente y esperan que suceda a finales de año, en una fecha aún por determinar.

Mientras tanto, el festival empezó de forma gratuita y en línea, incluida la programación de conversatorios y clases magistrales.

La programación general del festival continuará hasta el 20 de junio, pero hasta el 17 estará disponible la cartelera de cortos y largometrajes para ser vista de forma gratuita.

Entre las 8 piezas que estarán disponibles hasta entonces se cuentan piezas de directores –especialmente mexicanos– que difícilmente uno va a encontrar en otras plataformas,  como Isaac Zambra, Alejandro Ortega Zaldívar, Rodrígo Lombana o Juan Carlos R. Larrondo.

Si bien es posible que esta época dé paso a que las plataformas de streaming alternativo que ya existen se fortalezan, como Retina Latina, por ejemplo, o a la aparición de nuevas plataformas que favorezcan la exhibición de piezas que sólo circulaban en los festivales, sigue abierta la interrogante de cómo se va a recuperar una industria que por su naturaleza tiene una producción costosa y en buena medida dependía de subvenciones a la cultura.

La otra interrogante que sigue abierta es cómo se va a recuperar o suplir los servicios a las ciudades que este tipo de eventos prestaban.

Tal vez en la aternativa de los autocinemas se abra un espacio para recuperar la pantalla grande, que todos extrañamos mientras nos refugiamos en casa y en las pantallas chicas del computador y el celular.