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La restricción abarca a los 32 municipios de la provincia de Santiago y otros seis colindantes con relación estrecha, lo que estimó el ministro alcanza a unas 8 millones de personas. (FOTO: AFP/Martín Bernetti)
La restricción abarca a los 32 municipios de la provincia de Santiago y otros seis colindantes con relación estrecha, lo que estimó el ministro alcanza a unas 8 millones de personas. (FOTO: AFP/Martín Bernetti)

Santiago de Chile en cuarentena total: una batalla para ganar la guerra

"Si no ganamos la batalla de Santiago podemos perder la guerra contra el coronavirus", advirtió el ministro de Salud, Jaime Mañalich. 

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La estrategia de Chile para abordar la pandemia del coronavirus fue distinta a la del resto del continente desde el inicio.

En vez de establecer una cuarentena total, como hicieron Perú y Colombia, Chile optó por un sistema de cuarentenas dinámicas, lo que significa que establecían y levantaban la cuarentena por sectores –especialmente en Santiago de Chile, la capital– dependiendo del comportamiento que observaran de la pandemia.

Esto significa que la estrategia de cuarentena dinámica de Chile, para poder funcionar, debía estar acompañada de un testeo intensivo de la población. En efecto, Chile ocupa el cuarto lugar en Sur América en cuando al número de tests realizados, pero según algunos críticos de la medida esto no ha sido suficiente pues para llevar un ritmo de testo adecuado para la cuarentena dinámica, habría que duplicar el número de tests al mismo ritmo en que el virus de duplica, es decir, cada cuatro días en promedio.

Lo que implicaría que mientras el país empezaba a pensar que había doblado la curva y a finales de abril se empezaba a implementar la propuesta de unas tarjetas de inmunidad, en realidad había perdido de vista la pandemia.

https://ourworldindata.org/covid-cases?country=CHL+USA+ITA

El 3 de mayo las autoridades irrumpieron en una fiesta clandestina en Maipú, una de las comunas de Santiago de Chile, donde 400 personas rompieron con el toque de queda sin observar ninguna de las otras medidas necesarias para evitar el contagio. A partir de ahí, el número diario de casos confirmados empezó a dispararse.

El 8 de mayo registraron 1.500 casos nuevos confirmados y cinco días más tarde, el 13 de mayo, confirmaron más de 2.600 casos nuevos. Acto seguido, el 14 de mayo se decretó cuarentena total para Santiago de Chile a partir del día siguiente.

De momento, Chile confirma 37.040 casos de COVID-19, 368 muertes y 15.655 personas que han logrado recuperarse.

Pese a que el número de muertes parece asombrosamente bajo para el número de casos confirmados que reportan, hay indicios de que el número podría ser mucho más alto: de acuerdo a una Solicitud de Transparencia hecha por el abogado Jorge Álvarez al Registro Civil chileno, el número de muertes sucedidas entre marzo y abril del 2020 por enfermedades respiratorias fue 4.201.

De tratarse de un subregistro de muertes causadas por COVID–19, se revelaría un panorama mucho más inquietante para el país.

La mayoría de los casos registrados en Chile están en la capital, de modo que, como advirtió el ministro de salud, Jaime Mañalich, controlar el virus en Santiago es fundamental para lograrlo en el resto del país: "si no ganamos la batalla de Santiago podemos perder la guerra contra el coronavirus".

Entre tanto, observando lo que ha sucedido en otros países, el Cementerio General de Santiago de Chile cava 2.000 tumbas en previsión al aumento de decesos que puede traer este segundo crecimiento de la pandemia.

 Los sepultureros excavan hace un mes unas 2.000 tumbas individuales en tres patios del gigantesco recinto municipal, ubicado en la comuna de Recoleta, en el norte de Santiago. Foto: AFP