Mientras el país aún se recupera del asesinato de George Floyd, de las protestas mundiales que le siguieron y del juicio que se está celebrando, el reciente tiroteo de Daunte Wright puede parecer un déjà vu. 

Wright, un hombre negro de 20 años de Minnesota, fue detenido el domingo 11 de abril por una infracción de tráfico relativa a unas placas de matrícula caducadas. Los agentes descubrieron entonces que tenía una orden de detención.

Como se ve en las imágenes de las cámaras corporales mostradas a los periodistas el lunes, Wright intentaba volver a entrar en su coche, mientras los agentes intentaban esposarlo en el arcén.

Entonces se oye a un agente decir "taser, taser, taser", procedimiento policial habitual antes de disparar una de las pistolas paralizantes. A continuación se ve a Wright subir a su coche y alejarse, mientras el mismo agente suelta una obscenidad y dice: "Acabo de dispararle".

El coche recorrió varias manzanas y golpeó a otro vehículo. La policía y el personal médico declararon muerto a Wright en el lugar de los hechos.  

El jefe Gannon dijo a los periodistas que cree que la intención del agente era desplegar su pistola eléctrica, pero en lugar de ello, "disparó al señor Wright con una sola bala". 

La agente que disparó a Wright fue identificada el lunes por la noche como Kim Potter, un miembro del departamento de 26 años. Las autoridades dijeron que había sido puesta en licencia administrativa.

Su sindicato dijo en un comunicado el martes que Potter había dimitido del cuerpo, y el jefe Gannon también anunció su dimisión el mismo día. 

El médico forense del condado de Hennepin concluyó que la causa de la muerte de Wright fue una "herida de bala en el pecho y la forma de la muerte es un homicidio". 

Katie Wright, la madre de la víctima, dijo a los periodistas que su hijo conducía un coche que le había regalado su familia hace dos semanas, y que les llamó para informarles de que le habían parado. 

"Dijo que le habían parado porque tenía ambientadores colgados en el espejo retrovisor", dijo. 

Su madre también dijo que su hijo conducía con esta novia cuando ocurrió el incidente. La policía dijo que la mujer del coche resultó herida por el choque, pero que las lesiones no ponían en peligro su vida. 

La Sra. Wright dijo que a su hijo se le había caído el teléfono o lo había dejado en el suelo, tras lo cual escuchó lo que ella llamó "roces" y la voz de un agente que le decía a Wright que no corriera. Luego oyó que alguien colgaba el teléfono. 

Cuando la Sra. Wright volvió a llamar, la novia de su hijo contestó y le dijo a su madre lo que acababa de ocurrirle a su hijo. 

Los registros judiciales mostraron que un juez emitió una orden de arresto contra Wright a principios de abril después de que no acudiera a una cita judicial. Se enfrentaba a dos cargos por delitos menores después de que la policía de Minneapolis afirmara que llevaba una pistola sin permiso y que huyó de los agentes el pasado mes de junio. 

Como el ex policía de Minneapolis Derek Chauvin está siendo juzgado por la muerte de Floyd, las Ciudades Gemelas han estado en alerta máxima, preparándose para posibles manifestaciones similares a las que tuvieron lugar durante el verano. 

La familia de Wright ha contratado al renombrado abogado de derechos civiles Benjamin Crump, que también es el principal abogado de la familia de Floyd. 

Al reflexionar sobre el caso de este joven, Crump dijo que este nivel de fuerza letal era "totalmente evitable e inhumano". 

"Mientras Minneapolis y el resto del país siguen lidiando con el trágico asesinato de George Floyd, ahora también debemos llorar la pérdida de este joven y padre", dijo. 

Investigadores de la Universidad de Stanford han descubierto que los conductores negros tienen muchas más probabilidades de ser detenidos por la policía que los conductores blancos. 

Sus estudios también demuestran que los negros son registrados con casi el doble de frecuencia que los conductores blancos, y que estos registros tienen menos probabilidades de arrojar drogas ilegales y otro tipo de contrabando que los realizados a los conductores blancos. 

El alcalde de Brooklyn Center, Mike Elliot, dijo que el tiroteo de Wright era "desgarrador" e "insondable". 

En su aparición en el programa "TODAY" de la NBC el martes, Elliot habló sobre la desafortunada verdad que viven los negros todos los días cuando se trata de "conducir siendo negro". 

"En este país, si eres negro y te para la policía, tienes muchas más posibilidades de morir sólo por ser negro, y sólo por encontrarte con la policía", dijo.

En una vigilia celebrada el domingo por la noche en el lugar de la muerte de Wright, su madre instó a los manifestantes a permanecer pacíficos. 

"Queremos justicia para Daunte. No queremos que se trate de toda esta violencia", dijo a la multitud. 

Pero, a menudo, el trauma emocional tiene una mente propia, y la violencia se vuelve inevitable ante una injusticia tan repetida, especialmente en una ciudad que todavía se tambalea por la brutalidad policial del verano pasado. 

Los manifestantes se reunieron frente al Departamento de Policía de Brooklyn Center, comenzaron a cantar y a lanzar ladrillos y latas a los agentes. Al menos 20 negocios de un centro comercial cercano fueron asaltados.

El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, declaró el lunes el estado de emergencia y estableció un toque de queda desde las 19 horas del lunes hasta las 6 horas del martes. 

La policía intentó dispersar a la multitud con gases lacrimógenos y granadas de estruendo. A lo largo de la noche, al menos tres negocios fueron saqueados y algunos agentes sufrieron heridas leves. 

Unas 40 personas fueron detenidas en el lugar de los hechos por diversos cargos, entre ellos disturbios y violación del toque de queda.

La autora y activista Kimberly Jones, pronunció un discurso en vídeo que apareció en el episodio del 7 de junio de Last Week Tonight with John Oliver. 

En él, Jones describió perfectamente la mentalidad y las causas fundamentales que subyacen a los disturbios y saqueos que tuvieron lugar tras la muerte de George Floyd, y ahora, de Daunte Wright. 

"Así que cuando dicen '¿por qué quemáis vuestro propio barrio? No somos dueños de nada. Hay un contrato social que todos tenemos, que si tú robas, o si yo robo, entonces la persona que es la autoridad viene y arregla la situación. Pero la persona que arregla la situación nos mata. Así que el contrato social está roto", dijo.