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The Yankees pose for a team picture after the last game of the season. Photo: Nigel Thompson/AL DÍA News.
Los Yankees toma un foto después de su partido final. Foto: Nigel Thompson/AL DÍA News.

Los Yankees de East Camden: La próxima historia de éxito por beisbol en Camden

Los 10u Camden City Yankees acaban de finalizar su primera temporada inaugural de béisbol de otoño en East Camden en 13 años.

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En una noche cálida de miércoles, a finales del mes de octubre, Falio Leyba-Martinez se detiene en el campo de béisbol ubicado en la esquina entre las calles de Dudley y Pleasant en East Camden. 

“¡Apúrense, vamos tarde!”, grita a cuatro jóvenes uniformados que juegan sobre el campo de terracería.  

En cuestión de segundos, dejan de hacer lo que están haciendo, reúnen sus bolsas con equipo y se dirigen rápidamente hacia la van marca Sprinter en la que llegó Martínez.

Martínez sale de la van y saluda a sus jugadores y al entrenador auxiliar, Manny, quien le informa quienes jugarán y quienes no en el juego de esa noche contra el condado de Burlington. 

Así es como inicia cada juego para los Camden City Yankees, un equipo de béisbol de otoño de Babe Ruth para niños de 10 años y menores que representa a East Camden. 

Luego de reunir al equipo en la van, inician su trayecto de 30 minutos al norte, hacia Burlington. 

“Siento que seamos tan pocos los que vayamos hoy”, me dice Martínez, quien aún viste su camisa de vestir rosada, corbata y pantalón gris que usó ese día al trabajo. 

Lo había entrevistados dos semanas antes, destacando su postulación para ocupar un puesto en el Consejo de Educación de Camden (puesto que al final obtuvo). 

“Realizar una campaña, más mi trabajo habitual, ¡es de locura ahora!”, dice. 

Ahora, sin embargo, mientras se dirige con su equipo a su último juego fuera de casa para la temporada de béisbol de otoño, Martínez no quisiera estar en ningún otro lugar. 

“Ahora podré gritar a todo pulmón durante dos horas”, dice.

Al final de cuentas, me encontraba viajando con el autoproclamado “entrenador de béisbol más exigente en Camden City”. 

Un escape muy necesario

La inspiración para los Yankees en East Camden de Martínez fue el trabajo realizado por uno de sus amigos, Bryan Morton, en North Camden. 

En lo que probablemente hayan sido los días más oscuros de la ciudad, en el 2011 Morton creó un equipo de pequeñas ligas en North Camden para ofrecerles a los niños del vecindario un escape positivo. 

La estrategia de Morton fue un gran éxito en el primer año y acercó a 100 jóvenes al béisbol. Ahora, ocho años después de su temporada inaugural, la North Camden Little League cuenta con más de 600 niños por temporada. 

Antes de los avances de Morton, el béisbol de jóvenes no se había jugado en Camden por lo menos en dos décadas. 

Aunque los esfuerzos de Morton fueron el impulso para el béisbol de jóvenes en toda la ciudad, Martínez dice que los Yankees son el primer equipo en 13 años para el área predominantemente Latino de East Camden. 

La comunidad dominicana mayoritaria acoge al equipo desde que se estableció.

Como dominicano, Martínez dijo que la efusión no fue sorprendente.

“Es nuestro juego”, dijo.

El equipo también es, predominantemente, Latino, con unos cuantos jugadores afroamericanos. 

El talento sin explotar de Camden

Además de ofrecerles a los jóvenes en el vecindario un escape, parte de la misión de Martínez es mostrar el talento de béisbol que existe en Camden. 

Antes de su resurgimiento reciente, Martínez dijo que el béisbol con frecuencia ocupaba un lugar secundario, después del fútbol americano y el baloncesto que en el transcurso de los años han producido una buena ración de superestrellas. 

Martinez es, de hecho, un producto de ese grupo de talento con frecuencia olvidada. 

Antes de desempeñarse como vendedor, Martinez fue tras su sueño de convertirse en jugador profesional de béisbol, que lo llevó por todos los EE. UU. y a República Dominicana, donde jugó semi profesionalmente. 

Cuando piensa sobre los jóvenes de Camden, en su totalidad, se llena de elogios. 

“Contamos con los mejores jóvenes en la nación”, dijo Martinez.

Un modelo ejemplar para los mejores jóvenes

Esa denominación se extiende más allá del talento en el equipo. En su papel como entrenador, Martinez también es un modelo ejemplar para sus jugadores jóvenes, quienes con frecuencia provienen de contextos familiares difíciles.

“Muchos de los jóvenes que juegan para mí están siendo criados por madres solteras o realmente no tienen oportunidad de ver a sus padres, o sus padres no tienen la oportunidad de verlos jugar”, dijo.

A pesar de las importantes mejoras en las áreas de violencia y drogas que han habido en Camden durante la última década, algunos de los jugadores de Martinez aún lidian con esos desafíos diariamente.  

Estas situaciones no son fáciles, pero infunden una tenacidad y voluntad para ganar sin par en sus jugadores que orientan su enfoque “exigente” al entrenarlos.  

El entrenador más exigente en Camden

No hay nadie que los haga correr con más fuerza. No hay nadie que los hace trabajar más duro. No hay nadie que los haga hacer cosas más difíciles de las que yo los hago hacer”, dijo Martínez.

“Pero ¿saben qué? Se presentan a cada entreno. Se presentan para cada juego… estos jóvenes quieren ganar cada día, y aunque perdamos, ellos ganan porque todo es una experiencia de aprendizaje”, dijo el entrenador. 

Al preguntarle a cualquiera de los jugadores del equipo Yankee sobre su entrenador, hay unos cuantos que se quejan sobre cuán exigente es, como lo haría cualquier niño de 10 años de edad -- no obstante, todos aceptan que no jugarían en ningún otro lugar. 

Byron, de 10 años de edad, por ejemplo, es uno de los miembros más callados del equipo pero contribuye a ganar el juego con sus lanzamientos sobre el montículo y su gran bate sobre la base. 

En su opinión, el enfoque de Martinez es necesario si el equipo quiere ser exitoso en el campo.

“Es estricto y los buenos entrenadores son así y así es como ganamos los partidos”, dijo Byron. 

Antes de jugar con el equipo de los Yankees, Byron jugó para un equipo en Cherry Hill, justo en las afueras de Camden.

Ahora juega para el equipo de su vecindario.

“Es mejor aquí porque no tengo que viajar tan lejos”, dijo Byron.

Para Ashanti, los Yankees son el primer equipo organizado en el que ella ha jugado. Como Byron, Ashanti deja que su desempeño hable por ella --ya sea al mostrar su guante mientras juega en el campo o al correr velozmente por las bases después de un hit. 

Al preguntarle sobre su experiencia en el equipo, Ashanti dijo, con palabras sencillas: “Es divertido”. 

Una noche fría en Burlington

Al llegar al campo de juego en el condado de Burlington, el equipo empezó a calentar corriendo dos vueltas alrededor del campo. 

Luego, los jugadores se pusieron en fila mientras Martinez bateó una mezcla de pelotas al aire y roletazos para que las atraparan y luego lanzaran a a Manny, el entrenador auxiliar. 

El equipo adversario de los Burlington Falcons, hizo una ronda de práctica dentro del diamante antes de pasar el resto del calentamiento en la jaula de bateo situada detrás del campo. 

Mientras tanto, la cálida tarde de octubre se tornó en una fría noche de otoño. Sin embargo, eso no detuvo a los por lo menos 20 padres de familia que recorrieron el trayecto de la Ruta 130 para llegar a apoyar al equipo. 

Circularon entre ellos mientras las luces se encendieron en el campo y llegó el momento de que empezara el juego.

Hasta ese momento, los Yankees solo habían perdido un juego en toda la temporada.

“Los jóvenes no tienen planes de perder otro”, había dicho Martinez en una entrevista anterior.

Tras arrancar con una ventaja de cinco carreras durante la primera entrada y media, el equipo parecía encontrarse preparado para que eso se hiciera realidad. Sin embargo, luego de un final de la segunda entrada llena de errores, los Yankees se encontraban con solo una carrera de ventaja.

Un principio de la tercera entrada sin anotación de carreras fue seguido por una racha de mala suerte en el campo durante el final de la entrada, y los Falcons habían logrado una ventaja de cuatro carreras.

Fue una ventaja que no volvieron a dejar pasar en esa noche.

Pero la temporada no había terminado, y no era la última vez que los Yankees se encontrarían frente a los Falcons de Burlington. 

Un estruendoso final

Ese sábado, los Falcons realizaron el mismo viaje que los Yankees, pero sobre la Ruta 130 hacia Camden, y se reunieron con ellos en casa, en el mismo campo en que Martinez se había reunido con su equipo tres días antes. 

Para los Yankees, era el segundo de dos partidos en un día gris y lluvioso.

Arrancaron con una ventaja grande sobre los Falcons, pero los bates de los Yankees se silenciaron y los Falcons empezaron a alcanzarlos. 

En la parte final de la sexta entrada, la ventaja masiva que habían logrado los Yankees se había reducido a tan solo una carrera. Los Falcons subsecuentemente empataron, y la victoria quedó en manos de los bateadores de los Yankees. 

Tras el primer out rápido, Byron golpeó la pelota y logró llegar a segunda base. Llegó a tercera base cuando el receptor (catcher) no logró atrapar la bola lanzada. 

El siguiente bateador de los Yankees no logró golpear la pelota.

Con dos outs, Gennori --un jugador más conocido por su maestría sobre el montículo -- se presentó a batear. 

El segundo lanzamiento fue otra que el receptor no pudo atrapar y le permitió a Byron anotar, creando un estrépito entre los Yankees y sus aficionados. 

Tras la expiación de su segunda pérdida, los Yankees terminaron su temporada con 15 victorias y dos pérdidas --el mejor resultado de cualquier equipo 10u (de 10 años y menores) de otoño en el área. 

En la siguiente temporada, Martínez tiene planes de seguir con su equipo mientras suben a otra división por edad en Babe Ruth. También quiere ampliar el equipo para que incluya a más grupos por edad con la ayuda adicional de los padres de familia. 

En su totalidad, Camden podría reflejar un tono rojo para los Phillies aledaños, pero en East Camden, ahora se viste de azul marino.

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