Cuando una mujer se encuentra en estado de buena esperanza comienza a oír consejos, recomendaciones y un sinfín de comentarios a su alrededor. A menudo resulta complicado discernir cuáles de estos resultan útiles y cuáles son solo mitos sin confirmar. Hemos recopilado cinco de los mitos más populares relacionados con el embarazo y la opinión que los expertos tienen al respecto.

“Tienes que comer por dos”

Los expertos insisten en que la mujer debe realizar una ingesta controlada de alimentos. La dieta durante el embarazo debe ser equilibrada, teniendo en cuenta que la mujer necesitará más energía durante ciertas fases de este proceso. Existen diferentes teorías sobre el peso que se debe coger en el embarazo pero la mayoría de ginecólogos recuerdan que un incremento excesivo de peso puede derivar en la aparición de problemas como la diabetes gestacional o en un parto prematuro.

“El bebé debe moverse al menos diez veces al día”

Durante los años 70 algunos médicos seguían una técnica que consistía en contar el número de movimientos fetales que ocurrían en 24 horas. Sin embargo, hoy en día existen métodos más fiables para controlar el estado en el que se encuentra el bebé. Un número concreto de movimientos diarios no asegura su salud. Sin embargo, sí que se recomienda a la madre que esté al tanto de ellos y acuda al médico si advierte algún cambio sustancial.

“Hacer deporte puede ser perjudicial”

Hace unos años se recomendaba a las mujeres que llevaran una vida relajada durante los embarazos. Sin embargo, los estudios demuestran que el ejercicio suave ayuda a que la futura mamá se mantenga en forma. Además ciertas prácticas como el yoga o la natación pueden ayudar a aliviar algunas molestias y a tener un parto más sencillo.

“Come picante para acelerar el parto”

La creencia popular aconseja salir a cenar comida picante para acelerar la llegada del parto. Sin embargo, la realidad es que no hay ningún estudio que apoye este hecho.

“Por cada antojo que no disfrutes le saldrá una mancha al bebé”

Los antojos son apetitos intensos y rápidos que empujan a la madre a consumir un determinado alimento. A pesar de que se considera los antojos como uno de los primeros síntomas que sienten las embarazadas, la realidad es que este hecho no tiene un fundamento científico. La aparición de estos deseos podría estar relacionada con el baile de hormonas o con ciertas carencias alimenticias. Se dice que estas necesidades provienen del propio bebé y que, de no consumirse los alimentos, los pequeños nacen con una mancha en la piel. De nuevo, no existe ninguna explicación científica que apoye este hecho.