Inmigrante indocumentado intenta reinventar los medios
Si uno desconfía del complejo mediático, no vale la pena alimentar su resentimiento. Es mejor reinventarlo.
José Antonio Vargas se tomó ese reto seriamente. Este hombre de 35 años se considera estadounidense indocumentado. Pero tal como lo demuestra con todos los proyectos que emprende, es un periodista sin límites.
Desde que descubrió su identidad de inmigrante indocumentado en junio de 2011, en un revelador ensayo para la revista del New York Times, Vargas filmó varios documentales, habló en docenas de universidades, escribió para importantes publicaciones y apareció en la tapa de la revista Time.
Vargas, galardonado con el Premio Pulitzer, describe su nuevo proyecto, #EmergingUS, como una nueva empresa mediática que “vive en la intersección entre la raza, la inmigración y la identidad, en un Estados Unidos multicultural”.
El momento escogido por Vargas para esta iniciativa es perfecto, puesto que, como bien lo sabe este narrador profesional, estamos en medio de un año de elecciones que podría definir lo que significa ser estadounidense.
A este periodista de color no le agrada la suposición políticamente correcta de que los estadounidenses deben ser segregados en diversos silos étnicos.
Para Vargas, que vino a los Estados Unidos de las Filipinas cuando tenía 12 años, la inmigración no es sólo una cuestión latina. Y la violencia policial no es una inquietud que sólo concierne a los afroamericanos. Estos asuntos se interconectan. Como estadounidenses, nuestras experiencias están entretejidas.
Pero #EmergingUS no es un sitio Web más. Es, dice Vargas una “nueva plataforma digital que producirá videos, ensayos, artículos, podcasts, diapositivas y más—todo ello en un intento de comprender la identidad estadounidense.”
Detrás de este proyecto hay dos preguntas que Vargas y su equipo de reporteros, fotógrafos y videógrafos desean contestar todos los días: “¿Quiénes somos?” y “¿En quién nos estamos convirtiendo?”
Son preguntas difíciles. Pero la intención de Vargas es desafiar a la gente y las cosas, entre ellas el sistema migratorio, el privilegio blanco, las nociones tradicionales de raza y etnia, y a los compañeros periodistas.
Lo que nos lleva a otro motivo por el que el momento para este proyecto es el adecuado. Estados Unidos cambió radicalmente en los últimos 30 años en toda forma imaginable. Pero la manera en que obtenemos nuestras noticias, análisis y comentarios no cambió al mismo ritmo. Sin duda, tenemos tecnología. Pero aún usamos muchos modelos y paradigmas de generaciones anteriores.
En este año electoral, los medios fueron criticados tanto desde la derecha como de la izquierda, con buen motivo. Se convirtieron en actores del drama. Están tan ansiosos por ver una pelea Donald Trump vs. Hillary Clinton—El Choque de los Neoyorquinos—que intentaron deshacerse de todo el que amenace esa narrativa.
Ahora los medios parecen preocupados en eliminar a Bernie Sanders de la contienda. El senador de Vermont ganó en 19 estados. Entonces, ¿por qué siguen los periodistas preguntando cuándo se va a ir? ¿Notaron acaso los medios de la Costa Este—cuya base en Nueva York y Washington—que el estado de mayor población en el país no ha votado aún? Los residentes del estado de California, de gran diversidad étnica y donde reside Vargas en la actualidad, van a las urnas el 7 de junio.
Hay periodistas que miran las historias cotidianas con una lente nueva—las elecciones, la inequidad de ingresos, la forma en que el comercio desplaza a algunos trabajadores estadounidenses. Hay historias que se les escapan a algunos reporteros, editores y productores, y que otros perseguirán.
“Ven la diversidad como una tajada del pastel,” dijo Vargas acerca de otros periodistas. “Para mí, la diversidad constituye todo el pastel. Ven la diversidad como islas que pueden visitar de vez en cuando, mercados de nicho. No la ven como parte esencial de lo que hacen todos los días.”
Vargas no piensa en términos de oportunidad. Para él y para otros como él, contar la historia no relatada es una misión.
“Nuestra tarea es dejar de explicarnos ante los blancos,” dijo. “Debemos explicarnos ante los Estados Unidos. Eso es todo.”
Así pues, aunque a muchos estadounidenses les gustaría ver a Vargas en un avión de ida, y sin vuelta, a las Filipinas, él está convencido de que Estados Unidos es exactamente el país donde debe estar.
“#EmergingUS es [un proyecto] para el que trabajé en toda mi carrera periodística,” dijo. “Esto es para lo que estoy hecho, haya revelado o no que soy indocumentado. Nunca estuvo en mis planes ser dueño de algún medio. Pero, oigan, ¿hay algo más típico de un inmigrante que ser un empresario?”
Hay gente que piensa que los inmigrantes amenazan el estilo de vida estadounidense. Son tonterías. Tal como nos recuerda Vargas, los inmigrantes constituyen el estilo de vida estadounidense.
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