Cruzar la línea
Un bote vacío y huellas de pies en la arena en una playa de San Diego condujeron a agentes de la Patrulla Fronteriza Norteamericana hacia un matorral donde se escondían 20 indocumentados mexicanos con la ropa aún mojada. Los oficiales no encontraron entre sus pertenencias drogas o contrabando.
El aumento en la seguridad fronteriza ha obligado a los indocumentados a diversificar sus estrategias de cruce. Las playas de San Diego son una opción eficiente y atractiva que involucra menos trabajo que la excavación de túneles entre México y EE.UU., o el caminar desde la frontera bajo el sol incandescente durante días en el desierto de Arizona.
El fenómeno de la migración de indocumentados mexicanos a Estados Unidos ha sido una constante por más de 100 años. Es un problema complejo: económico, social, político, condicionado por la globalización. El factor económico es determinante: las crisis económicas en México provocan un éxodo constante de personas que se interna en Estados Unidos ilegalmente en busca de oportunidades. Estudios sobre el tema se centran en el aspecto de la oferta y la demanda laboral; México como país oferente, y EE.UU. como país demandante.
Es de consideración la necesidad que EE.UU. posee de la mano de obra de los indocumentados mexicanos, ya que la gran mayoría realiza labores que los estadounidenses no están dispuestos a realizar en el campo, así como en otras actividades en la ciudad
La migración es una válvula al desempleo en México y a la vez, un ingreso de divisas al país. Del mismo modo, es una válvula de seguridad salarial en EE.UU. porque permite que la inclusión del migrante en el mercado laboral no dispare los sueldos de los norteamericanos en la industria agrónoma, manufacturera, y de construcción, principalmente, por escasez de mano de obra.
Por lo anterior, es de suma importancia que el problema de los indocumentados se trate en la agenda política bilateral México-U.S.A. Ambos países de hecho se benefician de la migración, por lo que es imperativo establecer acuerdos por vía de la legalidad, así como mecanismos de cooperación binacional en los que los derechos humanos y laborales de los migrantes sean respetados.
Los migrantes, detenidos por agentes la Patrulla Fronteriza en la playa de San Diego, fueron puestos bajo proceso de deportación y, según una reciente disposición, si alguno de esos migrantes es detenido de nuevo en territorio estadounidense enfrentará un período de cárcel por reincidencia.
Los migrantes indocumentados son los más vulnerables como consecuencia de la desigualdad social, y a la vez son víctimas de la discriminación.
La frontera, la línea que divide las naciones, es el escenario real de la violación a los derechos humanos, los abusos y agresiones. Las víctimas, en su mayoría, son migrantes indocumentados. La Convención Internacional sobre la protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares se firmó por la ONU en 1990; es importante porque se reconocieron a los trabajadores migratorios, pero no solo a ellos, sino que se incluyeron sus familias, dado que el carácter de la migración ha cambiado determinantemente: la familia constituye en este caso el factor clave, en el cual el estado debe garantizarle seguridad, no importando su calidad migratoria.
La Organización Internacional del Trabajo propone la igualdad de trato para los trabajadores no importando si son indocumentados. Deben gozar los mismos derechos que los inmigrantes legalizados. La Declaración Universal de los Derechos Humanos da el reconocimiento legal a nivel internacional a los trabajadores migrantes.
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