La empresa que no crece muere
Una de las lecciones más importantes (y difíciles) que he aprendido como dueño de mi propia empresa a través de la reciente recesión global —aún cuando el solo hecho de mantenerse en pie era suficientemente difícil de lograr— fue la siguiente: La empresa que no está creciendo, está muriendo.
Quizás suene demasiado básico, pero le aseguro que esta afirmación encierra algo más que lo obvio.
Es así porque cuando se habla del crecimiento en los negocios, por lo general, pensamos en términos de incrementos cuantificables en las ventas y las ganancias y ciertamente tendríamos razón en hacerlo así. Pero ¿qué hacemos cuando la habilidad de hacer crecer nuestros negocios es afectada por las constreñidas condiciones del mercado? Muchas compañías ciertamente cortan gastos y buscan ingresos inmediatos para, en el mejor de los casos, mantener el status quo, o al menos, detener el sangramiento.
Pero ¿operar su negocio en un estado de supervivencia necesariamente implica que no haya crecimiento? Por supuesto que no. Quizás no pueda crecer su "negocio" hacia afuera, pero ciertamente puede crecer su "organización" desde adentro. Lo importante es que nunca pare de crecer.
Entiendo que un momento lento en los negocios nunca es bueno, pero de la misma forma, nos permiten ciertas ventajas estratégicas para hacer crecer la organización. Quizás sea la oportunidad perfecta para hacer esas cosas que no teníamos tiempo de hacer cuando marchábamos a toda máquina.
Declaración de objetivos. Si no tiene una declaración de objetivos para su empresa, cree una. No tiene que ser larga o elaborada, sino solamente sincera y real. Si ya tiene una, dedique tiempo a evaluarla. Para hacer crecer su negocio exitosamente tiene que lograr objetivos que sean relevantes para la identidad de su organización. La declaración de objetivos no solo lo ayudará a definir eso, sino que lo ayudará a comunicarlo tanto interna como externamente.
Defina los valores de su organización y establezca su propósito. Las investigaciones demuestran que las organizaciones con valores fundamentales bien definidos y con un propósito claro superan a compañías semejantes en sus mercados por un margen sustancial. Tal y como Collins y Porras explican en su libro Built To Last, hay una diferencia entre un valor fundamental y una estrategia corriente. Si un valor puede durar por toda la vida, entonces es fundamental, de lo contrario es una estrategia corriente. Asimismo, el propósito tiene que definir por qué la organización existe más allá de las ganancias. Esto puede parecer básico, pero es de suma importancia para hacer crecer la organización, y no hay mejor momento para hacerlo que ahora.
Prepare su plan estratégico de cinco años. Mientras buscar trabajo inmediato es su prioridad esencial, comience a planear las estrategias para hacer crecer su negocio durante los próximos cinco años mediante el análisis del crecimiento potencial de los mercados y de los recursos que usted necesitará para penetrarlos. El proceso de planificación es esencial para hacer crecer la organización, porque presenta gráficamente el curso del futuro crecimiento y lo ayuda a prepararse internamente para ese momento.
El esquema organizativo. Muchos dueños de empresas han tenido que reducir el tamaño de sus organizaciones. Este es el momento perfecto para crear un esquema organizativo nuevo y empezar un plan para cualificar nuevos empleados cuando sea posible y necesario.
Evaluar los procedimientos normativos de funcionamiento de la organización. Cuidado con los malvados procedimientos. Obviamente no podemos funcionar sin ellos, pero de vez en cuando es importante evaluarlos y mejorarlos para no convertirnos en sus esclavos. Con frecuencia, un ligero cambio de procedimientos puede originar un crecimiento monumental en la organización porque movemos, eficazmente, a toda la organización fuera de su zona de comodidad y hacia un esquema mental que nos permite a crecer nuevamente.
Una nota final acerca del crecimiento organizativo. A pesar de que nuestro cuerpo deja de crecer cuando llegamos a los veinte años de edad, nuestra mente, nuestra personalidad y nuestra conciencia continúan creciendo y desarrollándose. Lo mismo sucede con nuestras organizaciones, sin importar lo difícil que esté la economía.
Nunca dejen de crecer de una forma u otra, mis amigos, porque si no están creciendo...
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