Sólo muestren respeto
El número del 5 de marzo de la revista Time rompe barreras, según Richard Stengel, su editor jefe. En su carta a los lectores, "Escritorio del Editor", escribe: "Por primera vez en nuestra historia, tenemos una oración en español en nuestra tapa: Yo decido.
Puaj.
Aplausos y gratitud a Stengel y su personal de distinguidos periodistas por escoger la cobertura de la creciente influencia de los electores latinos, pero ojalá hubieran hecho historia de otra manera.
Sí, hablarle a alguien en su lengua madre puede ser una forma de afecto y respeto. Pero he aquí el problema: dirigirse a los latinos en una lengua que no sea el inglés promueve el mito de que los hispanos no lo hablan o no pueden o quieren hablarlo.
Peor aún, ignora la realidad de que aunque existen diversos niveles de bilingüismo en la comunidad, los latinos, en última instancia, no serán distintos de cualquier otra ola de inmigrantes que viniera a este país y, tarde o temprano, el inglés será el principal idioma de su familia.
Y aún peor, incita a la gente, que observa esa tapa y ve pruebas concretas de que su amado país está en vías de ser arrasado por una especie de maremoto demográfico, que dejará atrás a todo aquel que no hable español.
Nada podría estar más alejado de la realidad —para la mayoría de los hispanos de Estados Unidos, el inglés es "nuestra" lengua.
El mes pasado, el Pew Hispanic Center divulgó su retrato estadístico más reciente de los hispanos en Estados Unidos, utilizando cifras actualizadas del Censo de 2010. Los datos muestran que el 25 por ciento de la población hispana de 5 y más años, incluyendo tanto a los nacidos como no nacidos en el país, habla en la casa sólo inglés —mientras que en 2005, el 22 por ciento lo hacía. Otro 40 por ciento dice hablar inglés "muy bien" y la tendencia va hacia arriba. Además, hasta en el 35 por ciento que habla inglés "menos que muy bien" no son todos hablantes exclusivos de español.
Los que tienen la esperanza de sacar dinero del tan comentado poder adquisitivo de un billón de dólares que representan los consumidores latinos, han comenzado a darse cuenta de eso.
Hace cuatro años —cuando yo me lamentaba de la creciente popularidad de los medios exclusivamente en español como detrimento para una población en la que los recién llegados a menudo se encuentran encerrados en cotos y lugares de trabajo donde sólo se habla español y cuyos hijos quedan separados en clases de habla hispana— me senté frente a un ejecutivo de un canal de cable en español y le pregunté directamente cuándo iba a comenzar a trasmitir en inglés. La respuesta fue un rápido: "No veo que eso vaya a ocurrir nunca".
Hoy en día es otra historia. Cada vez más, los medios principales que se dirigen a los latinos están creando contenido en inglés, en lugar de intentar proveerlo en español, y los canales que tradicionalmente trasmitían exclusivamente en español están diversificando sus sociedades y programación.
Univisión y Disney están en negociaciones para crear un canal de 24 horas de noticias para los latinos. Telemundo está introduciendo algunos programas exclusivamente en inglés. El mexicano Grupo Televisa se está asociando con diversos grupos estadounidenses para rehacer novelas populares en inglés. Y Robert Rodriguez, el director (nacido en Texas) de las exitosas películas "Spy kids", "El Mariachi" y "Sin City", acaba de adquirir su propio canal de cable en Comcast.
Aprecio realmente que los editores de Time destaquen la forma en que los latinos podrían decidir el resultado electoral en estados indecisos, en noviembre, y sería fantástico ver más cobertura de la comunidad latina en sus páginas. Pero la próxima vez que su organización desee demostrar que le importamos, si lo hace en inglés se considerará que el intento es igualmente sincero.
El respeto es una cualidad universal que puede comunicarse perfectamente bien en inglés.
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