Parece que no vemos problema alguno en que
armas de fuego se vendan indiscriminadamente a criminales o incluso enfermos
mentales, ocasionalmente nos preocupamos cuando alguien "importante" acaba
muerto con aquellas 'intocables' armas.

La hipocresía de estos hechos se hizo palpable
durante una audiencia del Comité de Supervisión del Congreso esta semana,
mientras se investiga las implicaciones de la Operación 'Fast and Furious', que
resultara en la muerte de un agente de la Patrulla de Fronteras.

Los legisladores Republicanos expusieron el
hecho de que los dirigentes de la Oficina de Armas de Fuego ATF sí sabían sobre
la Operación 'Fast and Furious' 
parte del Proyecto de seguimiento a las armas "Gunrunner" que intenta monitorear
las ventas hechas a las organizaciones de tráfico de drogas en México.  El problema no obstante para los
Republicanos es que ese operativo se limitó al seguimiento y no la incautación
del arma que se empleó para matar al agente de patrulla de la Patrulla de
Fronteras Brian Terry.

Los legisladores no veían problema alguno sin
embargo en la venta al granel de miles de armas semiautomáticas  a los carteles de droga mexicanos,
algunos de los argumentos explican que si a los vendedores de armas
estadounidenses no se les permite operar, serían otros países los que se
beneficiarían del negocio. 

Los legisladores Demócratas en procura de
defender a la ATF y a la administración Obama intentaron abordar el tema de si
es el derecho a portar armas el que está maniatando a los agentes del orden
dado que la venta y compra de armas no es en sí ilegal, pero los Republicanos
ni siquiera permitieron que se discutiera la Segunda Enmienda de la
Constitución.

Este intercambio de palabras en el Congreso
no solo refleja la gran división a nivel nacional entre los que aman las armas
de fuego y aquellos que las odian; 
esta farsa ya afectó a la administración Obama.  La Casa Blanca frenó una propuesta el
pasado verano del 2010 que hubiera requerido que los vendedores de armas
reportaran la venta al granel de rifles semiautomáticos de alto poder, del tipo
más apetecido por los carteles de droga. 
¿La razón?  Oficiales de la
Casa Blanca temían que ese plan sería confrontado fuertemente por la Asociación
Nacional del Rifle, convirtiendo a esa propuesta en "demasiado volátil para las
elecciones de medio término."

El derramamiento de sangre en México y en la
frontera del suroeste continuará, se trata después de todo de un buen negocio y
además está legalmente protegido: la venta al granel de armas de fuego, y el
masivo lavado de narcodólares por parte de la banca estadounidense sigue siendo
intocable.