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América NO está quebrada

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América
NO está en quiebra

Contrario
a lo que aquellos en el poder quisieran que creamos para que usted así renuncie
a su pensión, reduzca su sueldo, y se contente con el estándar de vida que sus
bisabuelos tenían, America no está quebrada.  Ni de lejos.  El
país está inundado en riqueza y dinero. 
Lo que sucede es que no está en sus manos.  Ha sido transferida, mediante la estafa más grande de la
historia, de los trabajadores y consumidores a los bancos y los portafolios de
los ultra ricos.

Hoy
solo 400 americanos tienen la misma riqueza que la mitad de todos los
estadounidenses juntos.

Déjeme
que se lo diga una vez más.  400
obscenamente ricas personas, la mayoría de las cuales se beneficiaron en alguna
manera del salvataje multi-billonario del 2008 con dinero de los contribuyentes
de impuestos, tienen tanto botín, acciones y propiedades que  los 155 millones de estadounidenses
combinados.  Si usted no se atreve
a llamar a esto un golpe de estado financiero, entonces usted simplemente no
está siendo honesto respecto a lo que usted sabe de corazón que es verdad.

Y me
doy cuenta por qué.  Para que
nosotros admitamos que hemos permitido que un pequeño grupo de hombres se
lleven a hurtadillas y en masa la riqueza que fluye en nuestra economía,
significaría que debemos aceptar el humillante reconocimiento de que en verdad
hemos rendido a nuestra preciada Democracia a la élite adinerada.  Wall Street, los bancos y las
corporaciones 'Fortune 500' ahora mandan en esta República –y, hasta el mes
pasado, el resto de nosotros nos hemos sentido impotentes, incapaces de hacer
nada al respecto.

Tengo
tan solo un diploma de educación secundaria.  Pero entonces cuando estaba aún en la escuela, cada
estudiante debía tomar un semestre de clases de economía para así graduarse.  Y aquí está lo que aprendí: el dinero
no crece en los árboles.  Crece
cuando hacemos algo.  Crece cuando
tenemos buenos trabajos con buenos salarios que empleamos para comprar cosas
que necesitamos y así creamos más trabajos.  Crece cuando brindamos un sistema educativo sobresaliente
que a su vez genera una nueva generación de inventores, empresarios, artistas,
científicos y pensadores que proponen la siguiente gran idea para el
planeta.  Y esa nueva idea crea
nuevos trabajos y ello crea más ingresos para el estado.  Pero si aquellos que tienen la mayor
parte del dinero no pagan su parte justa de impuestos, el estado no puede
funcionar.  Las escuelas no pueden
producir los mejores y los más brillantes que crearían más empleo en el
futuro.  Si los adinerados se
quedan con la mayor parte de su dinero, ya hemos visto qué harán con él: lo
apostarán en absurdos esquemas de Wall Street arrojando a nuestra economía por
el despeñadero.  Arrojarla por el
despeñadero nos costó a nosotros millones de empleos.  Ello también causó una reducción en el ingreso por
impuestos.  Todos acabaron
sufriendo por lo que hicieron los ricos.

Amigos
míos, la nación no está quebrada. 
Wisconsin no está quebrada. 
Decir que el país está en quiebra es repetir una Gran Mentira.  Es una de las tres mentiras más grandes
de la década: 1) América está quebrada, 2) Irak tiene armas de destrucción
masiva, y 3) Que el equipo de fútbol Americano Packers no puede ganar la final
del Super Bowl sin su jugador Brett Favre.

La
verdad es que hay mucho dinero que circular. MUCHO.  Solo que los que están a cargo han desviado la riqueza a un
profundo pozo que queda al interior de sus bien custodiados terrenos.  Ellos saben que han cometido crímenes
para lograrlo y ellos saben que algún día usted querrá ver algo de ese dinero
que solía ser suyo.  Así que se han
comprado y financiado a cientos de políticos a lo largo del país para que
intercedan por ellos. Pero por si acaso ello no funcione, tienen sus comunidades
bien cercadas, y su jet de lujo lleno de combustible, los motores en marcha,
esperando por ese día pero con la esperanza de que nunca suceda.  Para prevenir que ello suceda, cuando
la gente reclame a su país devuelta, los ricos han hecho dos cosas muy astutas:

1.     Ellos controlan el mensaje.  Manteniendo la propiedad de la mayoría
de los medios, expertamente convenciendo a muchos estadounidenses de escasos
recursos para que compren su propia versión del Sueño Americano y para que
voten por sus candidatos.  Su
visión del Sueño dice que usted también 
será rico algún día, que esto es América donde todo es posible ¡si usted
tan solo se esmera! 
Convenientemente ellos le proveen a usted con creíbles ejemplos
demostrando cómo un pobre niño se puede convertir en un hombre rico, cómo el
hijo de una madre soltera en Hawaii se puede convertir en presidente, cómo un
individuo con educación secundaria se puede convertir en un exitoso
cineasta.  Le repetirán estas
historias a usted vez tras vez todo el día para que así lo último que usted
querrá hacer es dañar los planes porque usted, ¡sí usted también a lo mejor se
haga rico/presidente/ganador del Oscar algún día!

2.     Han creado un píldora venenosa
que ellos saben que usted nunca querrá tomarse.  Es su propia versión de "destrucción mutuamente asegurada"
(que definió por décadas la Guerra Fría). 
Y cuando ellos amenazaron con soltar esta arma de destrucción masiva
económica el pasado Septiembre del 2008, vacilamos.  A medida que la economía y la bolsa de valores se fueron a
pique, y a los bancos se los sorprendió en medio de su estafa mundial, Wall
Street emitió esta amenaza:  O me
dan ahora millones de dólares del dinero de los contribuyentes de impuestos
estadounidenses ó estrellamos la economía de una vez.  Pásennos el dinero ya o díganle adiós a sus cuentas de ahorros.  Adiós a sus pensiones.  Adiós al Departamento del Tesoro. Adiós
a los trabajos, a sus casas, y al futuro. 
Fue terrible y todos se ensuciaron en sus pantalones.  "!Tenga! ¡Llévese el dinero! No nos
importa. Si quieren les imprimimos más solo para ustedes! Pero por Dios, dejen
nuestras vidas en paz, ¡POR FAVOR!"                                                                           
                              

Los
ejecutivos en los directorios y los fondos de inversión especulativa no podían
contenerse la risa, su satisfacción, y en tres meses se giraron cheques unos a
otros con enormes bonos y se maravillaron sobre cuan perfectamente burlaron a
una nación llega de incautos. 
Millones pedieron sus trabajos de todas maneras, y millones perdieron
sus hogares.  Pero no hubo revuelta
(para saber por qué, fíjense en la primera cosa astuta que listamos arriba)

Hasta
ahora.  ¡En Wisconsin!  ¡Nunca estuvo algún residente de
Michigan más orgulloso de compartir este enorme y grandioso lago con ustedes!  Ustedes han despertado al gigante
dormido conocido como la gente trabajadora de los Estados Unidos de
Norteamérica.  Ahora mismo la
tierra tiembla y el terreno está cambiando bajo los pies de los que están a
cargo.  Su mensaje ha inspirado a
gente en todos los 50 estados y el mensaje es: ¡YA NOS HARTAMOS!  Rechazamos a cualquiera que nos diga
que América está quebrada y desfallecida. 
¡Es justo lo contrario! 
Somos ricos en talento e ideas en duro trabajo y sí en amor.  Amor y compasión hacia aquellos que
acabaron, no por culpa propia, como los más pobres entre nosotros.  Pero ellos aún desean lo que todos
ansiamos: ¡Queremos nuestro país devuelta!  ¡Nuestra buena reputación devuelta!  A los Estados Unidos de América, NO a
la Corporación de Estados de América. ¡Los Estados Unidos de America!

Así
que, ¿cómo hacemos que esto suceda? 
Bueno, hacemos un poco lo de Egipto aquí, un poco de Madison por
allá.  Y pausemos por un momento y
recordemos que fue un hombre pobre con su puesto de frutas en Túnez  que sacrificó su vida para que quizá el
mundo se fije en cómo un gobierno liderado por multimillonarios en beneficio de
multimillonarios es una afronta a la libertad, a la moralidad, y a la
humanidad.

Gracias
Wisconsin.  Ustedes han hecho que
la gente se dé cuenta que esta es nuestra última mejor oportunidad para atajar
la última fibra de lo que nos resta como americanos.  Por tres semanas ustedes han estado de pie en el frío,
durmiendo en el piso, pasaron por alto sus fines de semana en Illinois –lo que
fuera, ustedes lo han hecho, y una cosa es cierta: Madison es tan solo el
comienzo.  Los autosuficientes
ricos apostaron más de la cuenta. 
No contentos con el dinero saqueado del tesoro, no saciados con la
simple remoción de millones de empleos y con despacharlos a ultramar para así
explotar a los pobres en otros lados, no contentos con ello, querían más –algo
más que todas las riquezas del mundo. 
Ellos quieren nuestras almas, tenían que despojarnos de nuestra dignidad,
tenían que callarnos y clausurarnos para que no pudiésemos sentarnos a la mesa
con ellos para negociar cosas simples como el tamaño de las aulas ó chalecos
antibalas para todos en la fuerza policial ó darle a los pilotos unas pocas
horas más de sueño para que ellos puedan hacer bien su trabajo –su trabajo de
$19,000 dólares al año (equivalente al parámetro federal de pobreza para una
familia con 3 miembros).  Eso es lo
que ganan algunos pilotos primerizos en líneas aéreas locales, quizá lo que
gana el piloto que me trajo a Madison hoy.  Él me dijo que hace rato que perdió la esperanza de un
aumento.  Todo lo que pide es
suficiente descanso para no tener que dormir dentro de su carro entre turnos en
el aeropuerto O'Hare.  Así de bajo
hemos llegado.  Los ricos no podían
contentarse con solo pagarle $19,000 al año, tenían que quitarle el sueño
también.  Tenían que degradarlo y
deshumanizarlo y enrostrarle con ello. 
Después de todo él no es más que un haragán, ¿cierto?

Y esto
mis amigos es  el error fatal de
América Corporativa.  Pero intentar
destruirnos a medida que ellos han dado a luz un movimiento –un movimiento que
se convierte en masivo, una revuelta no violenta a lo largo del país.  Todos sabíamos que tenía que haber un
punto de ruptura algún día, y ello pesa sobre nuestros hombros.  Mucha gente en los medios no lo
entienden.  Dicen ellos que les
tomó por sorpresa Egipto, que nunca se lo imaginaron.  Ahora se sorprenden cual actor al que le acaban de cambiar
el guión sobre por qué cientos de miles se vinieron a Madison en las últimas
tres semanas durante este brutal invierno. "¿Por qué aguantan frío parados
allí?"  Y qué me dicen de las
elecciones en Noviembre, ¿qué se supone que fue aquello?

"Algo
pasa aquí, y ustedes no saben de qué se trata, cierto?

¡America
no está quebrada!  Lo único que
esta quebrado es la brújula moral de los gobernantes.  Y nos proponemos arreglar la brújula y dirigir el barco
nosotros de ahora en adelante. 
Nunca olviden, en tanto que esa Constitución nuestra siga en pie, se
trata de por cada persona, un voto, y eso es lo que los ricos detestan más de
América –porque aunque parece que ellos tienen todo el dinero en sus manos y
todas las barajas, ellos a regañadientes saben este hecho incontrovertible:
¡Hay más de nosotros que de ellos!

Madison
no se rindan.  Estamos con ustedes.  Juntos ganaremos.

©
Michael Moore  -  Traducción AL DIA NEWS 

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