Sabemos
que las guerras en Irak y Afganistán han costado más de cien mil vidas de
civiles, pero ¿dónde está el clamor y el horrorizarse ante semejante baño de
sangre injustificado?

Las
armas de destrucción masiva nunca existieron, solo sirvieron de engaño y 'distracción
masiva', pero necesariamente cabe preguntarse, ¿dónde están las airadas y
traicionadas masas ó sus líderes?

Los
votantes fueron calamitosamente desinformados a las urnas en noviembre, según
el WorldPublicOpinion.org "sustancialmente desinformados respecto a…la
legislación de estímulo económico, la ley de reforma al sistema de salud, TARP-el
salvataje financiero a los bancos, el estado de la economía, el cambio
climatológico, las contribuciones de campaña…y el lugar de nacimiento del
Presidente Obama", a esto debemos obligadamente sumar el tema de inmigración.

El mal
de la desinformación es generalizado y WorldPublicOpinion es su estudio halló
que "información falsa o engañosa está en todas partes", seguido de un no
sorprendente comentario de que "respecto a algunas fuentes noticiosas en
ciertos temas, a mayor nivel de exposición a esos medios, mayor es la desinformación",
uno de tales campeones de la mentira es Fox News, pero no están solos, hay
otros como CNN y MSNBC.

Así es,
se nos ha mentido.  'Y qué', dirán
los maestros del cinismo.

"La
gente preferirá ser engañada" advirtió un apóstol cristiano hace ya 20 siglos, ahora en plena era de abundancia y fácil acceso a información, la desinformación por puro gusto es  la norma y los medios lo saben.

Rupert
Murdoch quien clamara ante el Congreso ser "totalmente pro inmigrante" se lucra
de propaganda xenofóbica hecha a la medida de chusmas violentas.

Nuestra
sociedad estadounidense goza de acceso a un cúmulo de información, e igualmente
en forma típicamente estadounidense ejerce su derecho a escoger.

Lamentablemente,
una de tales opciones es la de "beberse el Kool-Aid" que bien puede terminar en
algo peor que la sola masacre de Jonestown en Guyana.