Nuevamente
los hispanos salieron a votar en noviembre y se les reconoce el mérito por
haber salvado el Senado para los Demócratas y por inyectar sangre nueva al
Partido Republicano ayudándolo con la elección de tres latinos de alto perfil:
dos gobernadores y un Senador al Senado estadounidense.

Pero
los hispanos que fueron a las urnas con el tema de inmigración a la cabeza de
su agenda de elecciones se sienten abandonados por los Demócratas de turno que
no están asumiendo un rol fuerte de impulsar el Dream Act, que permitiría un
camino a la ciudadanía para hijos de inmigrantes ilegales si estos asisten a la
universidad ó sirven en el ejército. 
Se sienten condenados por los Republicanos de línea dura que prometen
bloquear cualquier acción en materia de reforma migratoria hasta nuevo
aviso.  La respuesta: fomar un
tercer partido el Tequila Party.

Suena a
chiste, pero quizá no lo sea.

"No sé
si sucederá, pero se habla al respecto", dijo Fernando Romero, presidente de
'Hispanics in Politics' de Nevada. 
En declaraciones al diario Las Vegas Sun dijo que pese a contribuir a la
elección del Presidente Obama y haber salvado al líder de la mayoría del senado
Harry Reid, los Latinos de Nevada no han sido saciados en materia de
inmigración.  Si el Congreso
nuevamente posterga las reformas, piensa que a los hispanos les iría mejor si
copian parte del libreto del Tea Party con miras a las elecciones
presidenciales del 2012.

Seguro,
es pura conversa en este punto, pero se sigue diseminando. El Representante de
Illinois Luis Gutiérrez, uno de los campeones del Dream Act, recientemente
declaro al Daily Beast que está bastante seguro de que otra derrota respecto a
esta propuesta legislativa causaría una suerte de revuelta hispana, una que se
asemejaría al movimiento por los derechos civiles.

Líderes
hispanos a lo largo del país están prestando atención a estos malestares y si
un movimiento nacional latino serio puede moldear las agendas y elecciones
políticas tal como el Tea Party lo hizo este año, ¿por qué no?

Pero
ese nombresito "tequila party" tendrá que desaparecer.  El alcoholismo y las muertes provocadas
por alcohol afligen a las familias latinas.  Y la última cosa que el país necesita que una diversa
población hispana sea definida con la bebida nacional mexicana.  Seguro que habrá algún nombre más
inclusivo y menos festivo.

Quién
sabe si un bando apasionado de latinos independientes puedan romper las maniobras
y ganarse el respeto electoral de apáticos ó resentidas "bandas motocicletas"
partisanas. 

Con un
buen intento de pronto quizá se convierta en una grande y agradable aventura.

© 2010,
Washintong Post Writers Group - 
Traducción AL DIA NEWS