En
tanto que los grupos que abogan por los inmigrantes se preguntan de si existe
siquiera una mínima oportunidad de que el Congreso comience a debatir pronto
sobre reforma integral, las más recientes conversaciones se han centrado
exclusivamente en el contexto del voto latino y los hispanos republicanos.

Pese al
fracaso hasta ahora del Presidente Obama 
de cumplir su promesa de campaña de guiar hacia reformas significativas,
los latinos salieron a apoyar a los Demócratas para que conservaran unas pocas curules
álgidamente peleadas. 
Paradójicamente los hispanos también empujaron al partido Republicano
ayudándolos a elegir algunas latinos de alto perfil con pocas ideas respecto a
resolver las penurias de  la
inmigración ilegal y que hicieron campañas a favor de asegurar los controles de
frontera y aumentar la vigilancia policial.

Esta
narrativa latino-céntrica, en tanto refleja a la población y es clave en el
ascenso político hispano, excluye a muchos que también tienen alto interés en
el debate.

"Resulta
muy frustrante ser dejado de lado en la conversación", dice Karen Narasaki,
presidente y directora ejecutiva del 'Asian American Justice Center' que aboga
por los derechos e intereses de las comunidades asiático-americanas e isleñas
del pacífico.  "En mucho se debe a
que falta el voto asiático-americano, los medios no encuestan el voto asiático
para informar por qué votamos".

Comparados
con el 9 por ciento del voto elegible que son latinos, Narasaki estima al voto
asiático en 5 por ciento.

"Ese 5
por ciento se pierde nacionalmente debido a que estamos fuertemente
concentrados en  la costa oeste,
Nueva York, y en California que cuenta con la mayor población asiática", me
explicaba Narasaki.  "Creemos que
contribuimos con probablemente entre el 6 y 7 por ciento del voto en la
elección de la Senadora (Bárbara) Boxer. 
En las Vegas donde representamos una de las poblaciones de crecimiento
más rápido en la nación, (el líder de la mayoría del Senado Harry) Reid cortejó
el voto asiático y lo consiguió. 
Estos son asiáticos de la clase trabajadora que se unieron en torno a él
pero se nos sumó con la categoría de "otros votantes inmigrantes".

El
Censo y otros estudios han situado la cifra de inmigrantes ilegales en los
Estados Unidos en aproximadamente 12 millones.  Cerca de 1.5 millones son Asiáticos –que representan el 12
por ciento del total de la población inmigrante – con 23 por ciento que se
estima son Chinos, 17 por ciento Filipinos, 14 por ciento Indios, 11 por ciento
Coreanos y el resto de una variedad de pequeños países, todos con necesidades
diversas.

Por
ejemplo, existe una larga lista de espera para familiares de ciudadanos
inmigrantes o residentes legales para traer a sus cónyuges, padres con hijos
menores en ultramar.  Su espera es
conmovedora.  La más larga es para
los filipinos, dice Narasaki –actualmente deben esperar cerca de 19 años para
reunirse con los miembros de su familia. 
Los Chinos y los Indios enfrentan esperas de hasta 9 años.

Luego
están las preocupaciones de los refugiados del sureste asiático de países tales
como Vietnam, Cambodia, Laos, y Burneo que desconfían de estrictas fechas
límites para aplicar por asilo y en operativos centrados en deportaciones por
ofensas menores.

Los
Indios, subgrupo altamente especializado de asiáticos que suelen venir al país
con visas H1B, son según cifras del Departamento de Seguridad Doméstica, el
grupo de más rápido crecimiento de inmigrantes ilegales.  Si pierden su trabajo tienen una
oportunidad muy limitada de quizá solo días para encontrar otro trabajo antes
de perder su estatus legal.  En
semejante mercado de vivienda complicado, los indios propietario de vivienda y
sus hijos nacidos en los Estados Unidos optan por quedarse ilegalmente.

Todo
esto hace de los asiáticos un misterio para los partidos políticos en lo cuales
deben ganarse un espacio para influenciar la reforma migratoria junto con otras
prioridades.  "Los partidos no han
invertido en nosotros", dice Narasaki. 
"Los Republicanos piensan que porque los asiáticos son minoría deben ser
entonces Demócratas, y los Demócratas piensan que porque somos empresarios,
debemos ser por lo tanto Republicanos". 
Pero en el 2006 una encuesta 'exit poll' mostró que 79 por ciento de los
asiático-americanos votaron Demócrata, y comentó: "En la comunidad asiático-americana  muchos de los votos están para el mejor
postor – según la región hay mucha independencia".

Necesitamos
puntos de vista diversos asiáticos y de otros más en la discusión nacional
sobre bloques de votación y en cómo lidiar con la ley de reforma
migratoria.  Su experiencia es
exactamente lo que los votantes y los funcionarios electos necesitan para superar
sus nociones preconcebidas respecto de quién se beneficiaría de una
reestructuración del sistema existente.

© 2010,
Washington Post Writers Group – Traducción AL DIA NEWS