El gran momento de Obama en Indonesia
Una
pena que este discurso fue en Indonesia.
Obama
habló de la tolerancia étnica y religiosa, en el país musulmán más populoso del
mundo. Por coincidencia el
discurso se pronuncio una semana luego de que los normalmente razonables
ciudadanos de Oklahoma gratuitamente atacaran a los musulmanes mediante votar a
favor de prohibir 'sharia' la ley religiosa musulmana. Lo hicieron pese a que nadie en la
nación ha intentado introducirla y ninguna corte en Oklahoma la haya siquiera
citado.
Un juez
federal esta semana emitió una orden de suspender temporalmente la medida, pero
viene montada sobre una campaña desagradable consagrada a acosar a musulmanes y
a inmigrantes, de alimentar la hoguera con los comentaristas de Fox News, y de
una sensación de inseguridad en el país –por el terrorismo, por la pérdida de
empleo y por lo que muchos estadounidenses perciben como una amenaza a su
cultura.
En
Yakarta, Obama dejó de lado el tono circunspecto y magistral que ha marcado sus
discursos presidenciales. Mientras
que usualmente razona analíticamente bien, con frecuencia falla en llegar a
nuestras mejores emociones, sea por la salud de los ciudadanos ó la salud de
nuestra economía. Obama ha asumido
mucha de su responsabilidad en el fracaso de los Demócratas en las elecciones
de medio término.
Pero
quizá se sintió liberado al retornar a la tierra donde alguna vez él fue un
niño llamado Barry. Se pasó con su
inspiración enviando un mensaje diseñado para el mundo musulmán pero igualmente
aplicable a nosotros:
"A lo
largo de un archipiélago que contiene algunas de las más bellas creaciones de
Dios, islas que emergen de un océano nombrado en honor a la paz, la gente optó
por adorar a Dios como tuvieran a bien.
Floreció el Islam, pero igual pasó con otras religiones. El desarrollo es fortalecido por
una democracia emergente… Aquí podemos hallar la capacidad de tender puentes
sobre las brechas de raza, región y religión –por la habilidad de saberse ver
reflejados en otros pueblos."
Obama
vivió en Indonesa entre los 6 y 10 años, y evocó con emotividad inusual una
niñez feliz volando comentas, cazando luciérnagas, corriendo a lo largo de
campos de arroz, aprendiendo sobre "la humanidad de todo".
"Permítanme
comenzar con un declaración simple" le dijo a una audiencia universitaria. Luego dijo en indonesio "Indonesia es
parte de mí", y sin ocultar su procedencia, no cedió terreno a los nativistas y
otros que creen que él es musulmán o nacido en el extranjero. Obama celebró lo que él es y por
extensión lo que todos somos, un potpurrí de culturas y ancestros.
Islam
está plagado por fanáticos en sus filas.
Igualmente lo están los Judíos y los Cristianos, quizá en menos
violentos extremos. Pero el
discurso de Obama, quizá sin intención, resaltó la nobleza de la tolerancia
estadounidense que se ha perdido desde los tempranos gestos hacia los
musulmanes por parte del Presidente George W. Bush poco después del 9/11.
Honrando
a Indonesia por su gran papel en eliminar a terroristas y por cosas mínimas
como el compartir un estacionamiento entre una iglesia y una mezquita, él nos
recordó de la abrumadora mayoría de musulmanes que no son violentos y que sí
dan la bienvenida a otros. Más
musulmanes necesitan hacerse oír en contra del terror. Y muchos ya lo hacen, aún si muchos
estadounidenses no se percaten de ello, y no solo en la no árabe Indonesia pero
en Pakistán, Palestina, y el resto del mundo musulmán.
Discursos
como los de Obama inspiran a los moderados. Acciones como la ley de Oklahoma aúpan a los desquiciados
que quieren creer que esta es realmente una guerra entre religiones.
Para
crédito nuestro, los Estados Unidos son más abiertos hacia los musulmanes que
gran parte de Europa. Suiza
prohíbe los minaretes, Francia y Bélgica están inmersos en debates sobre
prohibir el velo, los líderes de gobierno en Alemania declaran que el
multiculturalismo ha fracasado, y partidos extremistas anti-inmigrantes se han
expandido en países como Holanda y Suecia.
Pero la
medida de Oklahoma es igual de irresponsable en su provocación. La ley extranjera o foránea nunca ha
tenido peso en las cortes estatales y federales, pero esta medida enmienda la
Constitución estatal de todos modos para prohibir a las cortes de Oklahoma que
siquiera consideren a la "ley sharia como
ley internacional". No
hacen mención alguna de ningunas leyes similares cristianas, judías o de otras
religiones. Con toda seguridad
esta ley será anulada por su inconstitucionalidad.
© 2010,
The Washington Post Writers Group – Traducción AL DIA NEWS
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