Los cadáveres en el limbo
El expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez, cuyo cadáver permanece embalsamado en Miami mientras se resuelve el litigio familiar sobre su destino, es uno más de los famosos cuyos cuerpos han permanecido sin sepultura un tiempo prolongado por disputas judiciales en EEUU.
Pérez falleció el pasado 25 de diciembre de un ataque cardíaco a los 88 años en Miami, y su cuerpo sigue aún en una funeraria, mientras su esposa Blanca Rodríguez de Pérez y su compañera sentimental Cecilia Matos dirimen en un tribunal quién de las dos tiene derecho a quedarse con el cadáver.
La viuda alega que por ser la esposa -se casaron en 1948 y nunca se divorciaron- deben entregarle el cuerpo para enterrarlo en Venezuela, país del que Pérez fue dos veces presidente (1974-1979 y 1989-1993).
Pero Cecilia Matos, quien afirma que vivió con el exgobernante 40 años, argumenta que Pérez no deseaba regresar a su nación hasta que no deje el poder el presidente Hugo Chávez que intentó un golpe de Estado contra él en 1992. Un juez decidirá el caso en el próximo 21 de marzo.
La incertidumbre es similar a la que vivieron los familiares de la modelo Anna Nicole Smith y del cantante James Brown.
Smith murió el 8 de febrero de 2007 a los 39 años en un hotel al norte de Miami, por una sobredosis de drogas. Su cuerpo se lo disputaron su última pareja, Howard K. Stern, su madre, Virgie Arthur, y el fotógrafo Larry Birkhead que reclamaba la paternidad de la hija común, Dannielynn, de seis meses.
Los tres protagonizaron una batalla legal en un tribunal de Florida, y mientras Stern deseaba enterrar a Smith en Bahamas, la madre de la exmodelo quería sepultarla en Texas, y Birkhead pedía pruebas de ADN.
Después de un litigio de tres semanas, el cuerpo de Smith, que permaneció durante ese periodo en la Oficina de Medicina Forense de Broward, fue finalmente trasladado a Bahamas el 2 de marzo de 2007 para descansar junto con su hijo Daniel, quien había muerto en octubre de 2006.
El juicio por los restos de Smith fue a lo "reality show", incluyendo un juez que lloraba durante las audiencias y con dotes histriónicos, al tiempo que la vida privada de la exmodelo fue desmenuzada casi a diario.
Un año antes fue el litigio por el cadáver de Brown, que falleció en Atlanta el 25 diciembre de 2006 por una falla cardíaca y permaneció sin enterrar más de dos meses por divergencias sobre el lugar, problemas con su testamento y con la legalidad de su cuarto matrimonio; además de que aparecieron otros "hijos" del "Padrino del Soul". Brown, intérprete de temas como "I Feel Good", recibió sepultura temporal en Carolina del Sur el 10 de marzo de 2007, ocho días después del entierro de Smith, mientras sus familiares decidían el lugar para un mausoleo público.
Los cuerpos de Pérez y Brown fueron embalsamados y preservados en una cámara de refrigeración, a diferencia de Smith, cuyo cuerpo mostraba serios signos de deterioro dos semanas después de fallecida.
Un especialista en embalsamamiento de Miami explicó que la conservación de un cadáver depende de cómo se realizó el embalsamamiento y cuáles fueron los químicos utilizados, si la persona falleció en un hospital o en casa, las enfermedades que padeció, las medicinas que le suministraron y cuánto tiempo estuvo fuera de la funeraria.
"Sabiendo que hay una situación indefinida uno está muy pendiente de evitar que el cadáver se descomponga y lo examina diariamente en la unidad de refrigeración. Con esa inspección se detecta a tiempo si hay algún olor, lo que es un indicativo de deterioro", dijo el experto.
"Si ese cadáver (el de Pérez) estuviera en mi nevera, lo inspeccionaría al menos dos veces al día por esas razones", expresó.
Varias funerarias consultadas informaron que embalsamar un cadáver cuesta unos 300 dólares y refrigerarlo tiene un costo máximo de 200 dólares diarios.
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