El escritor Mario Vargas Llosa reivindicó  el respeto a las formas en política tras ser nombrado doctor honoris causa por una universidad peruana, en un acto que se suma a los recientes homenajes que ha recibido en su país natal.

Vargas Llosa recibió la distinción por su contribución a la literatura universal de manos del presidente de la Universidad San Ignacio de Loyola, Raúl Díez Canseco, que también integró el Frente Democrático (Fredemo), la alianza política con la que el escritor concurrió en 1990 a las elecciones presidenciales de Perú, que ganó Alberto Fujimori (1990-2000).

Durante su discurso, el Nobel de Literatura 2010 aludió a ese periodo, marcado por el conflicto interno y la crisis económica, para reivindicar la figura del político Fernando Belaúnde Terry, tío de Raúl Díez Canseco y fundador del partido Acción Popular.

Precisamente, Vargas Llosa también obtuvo la distinción a los Valores Democráticos "Fernando Belaúnde Terry", al que calificó como una personalidad que guardaba las formas y se mostraba dialogante, así como elegante en política.

Según el escritor, la "admiración y el cariño" que sentía hacia Belaúnde Terry (presidente peruano de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985) contribuyeron a que decidiera entrar en política como candidato de Fredemo, frente formado por Acción Popular, el Partido Popular Cristiano y el Movimiento Libertad.

"Belaúnde Terry es una de las buenas cosas que le ha pasado a Perú", sostuvo Vargas Llosa, que recordó que con dicho gobernante, "la tradición civil, culta y democrática" superó a la "traición dictatorial".

En este sentido, llamó a la clase política de su país a guardar las formas y las reglas del juego democrático, así como a satisfacer los anhelos de la población, que ahora están "al alcance de todos los pueblos", aseguró con optimismo el autor de "Conversación en la catedral".

Durante la ceremonia, en la que se proyectaron varios vídeos, como algunas partes del discurso que ofreció Vargas Llosa en la Academia Sueca, intervinieron tanto Raúl Díez Canseco como el ex presidente Alejandro Toledo (2002-2006), quienes también halagaron la defensa de los valores liberales y democráticos del escritor.

Después de recibir el Nobel de Literatura el pasado 10 de diciembre, Vargas Llosa recibió a la semana siguiente numerosos homenajes en Perú, donde llegó a decir que tenía la garganta rota "de tanto dar las gracias".

También se desplazó a Chile para ser homenajeado por el Gobierno de Sebastián Piñera y participar en un foro político, una actividad más dentro de la apretada agenda del Nobel peruano.