“Aunque común en el pasado, la tortura es hoy una abominación para las
personas civilizadas de la tierra”, así reza un ejemplo del uso de la
palabra “abominable” en el diccionario de sinónimos Merriam-Webster.

La ironía es que nosotros “las personas civilizadas” nos hemos habituado a todo tipo de abominaciones: la práctica de la tortura (piense en Abu Ghraib y Guantánamo) y el abuso de los derechos civiles y humanos de los inmigrantes.

Abominables abusos han resultado de la delegación de autoridad migratoria a la policías locales como lo verificó el Inspector General del Departamento de Seguridad Doméstica DHS en su reporte “Desempeño de los Acuerdos 287(g)”.

Las “fallas” del 287(g) según el reporte de la DHS comprenden: incumplimiento de los términos de delegación por parte de autoridades locales; falta de supervisión; detenciones y deportaciones masivas de inmigrantes no-criminales; caso omiso de las denuncias de abusos contra las libertades y derechos civiles de los inmigrantes.

“Con un desempeño que no se enfoca en inmigrantes que representan una amenaza a la seguridad pública, o que sean peligrosos para la comunidad, existe menos seguridad de que la meta del programa 287(g) con autoridades locales se cumpla” concluyó el Inspector General de la DHS.

Otro ejemplo “Un patrullero de carreteras transportó a una víctima hacia una cárcel para determinar el estatus migratorio de la víctima…La víctima fue detenida…”denunció el Inspector General.  

En el 2006 los fondos destinados para financiar programas 287(g) fueron $5 millones de dólares, para este año la cifra es $68 millones, un incremento de 13 veces en tan solo 5 años.   Otra cifra, el número de convenios entre DHS y departamentos de policía local se incrementaron desde 4  en el 2005 a 66 en el 2009.

James M. Chaparro (tristemente hispano como su nombre lo indica) Director de Detenciones y Deportaciones del DHS urge absurdamente que ICE (Policía de Inmigración) incremente su cuota de deportaciones de inmigrantes no-criminales.  Descontento con la cifras proyectadas les urge que encuentren otros 90,000 inmigrantes no-criminales este año sin observar el justo ó debido proceso.

Infracciones de tráfico, entrar sin autorización a una propiedad privada (como el dominicano residente legal de NY detenido y deportado mientras sufría de esquizofrenia), ó ser la víctima de un accidente con la mala suerte de hablar con acento ó parecer hispano es hoy la común práctica de arrestos de inmigrantes en base a meros pretextos.

Ahora ya es oficial, la DHS lo admite: el uso y abuso concertado de la 287(g) es abominable.