​En los últimos años, la popularidad de los tatuajes ha crecido exponencialmente, convirtiéndose en una forma común de expresión personal. Sin embargo, recientes investigaciones han comenzado a arrojar luz sobre posibles riesgos asociados con esta práctica, especialmente en relación con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer.​

Acumulación de tinta en los ganglios linfáticos

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca y la Universidad de Helsinki analizó datos de 5.900 personas, principalmente gemelos, y encontró que las partículas de tinta de los tatuajes pueden migrar desde la piel y acumularse en los ganglios linfáticos. Esta acumulación podría desencadenar una respuesta inflamatoria crónica, afectando al sistema inmunológico y aumentando potencialmente el riesgo de cáncer de piel y linfoma. ​

Incremento del riesgo según el tamaño del tatuaje

Los investigadores observaron que la relación entre tatuajes y cáncer es más evidente en personas con tatuajes de gran tamaño, es decir, aquellos que superan el tamaño de la palma de la mano. Estos individuos presentaron una incidencia significativamente mayor de cáncer de piel y linfoma en comparación con quienes no tenían tatuajes o los tenían de menor tamaño. ​

Composición de las tintas y sustancias carcinógenas

La tinta utilizada en los tatuajes suele contener sustancias químicas como metales pesados e hidrocarburos aromáticos policíclicos, algunos de los cuales están clasificados como potencialmente carcinógenos. La presencia de estas sustancias podría contribuir al desarrollo de cánceres relacionados con los tatuajes. ​CNN en Español

Necesidad de más investigación

Aunque estos hallazgos son preocupantes, es importante señalar que la investigación en este campo aún es incipiente. Los expertos enfatizan la necesidad de realizar estudios adicionales para comprender plenamente los mecanismos por los cuales la tinta de los tatuajes podría influir en el desarrollo de cánceres y determinar la magnitud real de este riesgo. ​

Recomendaciones para quienes consideran hacerse un tatuaje

Para aquellos que están considerando hacerse un tatuaje, se sugieren las siguientes precauciones:

• Investigación del estudio de tatuajes: Asegurarse de que el establecimiento cumpla con las normas de higiene y seguridad adecuadas.​

• Consulta sobre las tintas utilizadas: Preguntar al tatuador sobre la composición de las tintas y optar por aquellas que sean de alta calidad y estén libres de sustancias nocivas.​

• Monitoreo de la piel: Después de hacerse un tatuaje, es fundamental vigilar cualquier cambio en la piel, como la aparición de bultos, cambios de color o textura, y consultar a un dermatólogo ante cualquier anomalía.​

Conclusión

Mientras los tatuajes continúan siendo una forma popular de expresión artística, es crucial que las personas estén informadas sobre los posibles riesgos asociados. La acumulación de tinta en los ganglios linfáticos y la presencia de sustancias potencialmente carcinógenas en las tintas son aspectos que requieren atención. Hasta que se disponga de más información, es aconsejable tomar precauciones y mantenerse informado para minimizar posibles riesgos para la salud.