​En los últimos años, el hongo Candida auris ha emergido como una amenaza significativa en el ámbito de la salud pública global. Identificado por primera vez en Japón en 2009, este patógeno ha llamado la atención debido a su rápida propagación y notable resistencia a múltiples antifúngicos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, C. auris es considerado una "amenaza urgente" debido a su capacidad para resistir tratamientos convencionales, su facilidad de transmisión en entornos hospitalarios y su potencial para causar infecciones graves con altas tasas de mortalidad. ​

Incremento Alarmante de Casos

Un estudio publicado en el American Journal of Infection Control reveló un aumento preocupante de infecciones por C. auris en el Sistema de Salud de Jackson, Miami. Los casos identificados pasaron de 5 en 2019 a 115 en 2023, siendo los hemocultivos la fuente más común de detección. Este incremento refleja una tendencia nacional; por ejemplo, en California, las infecciones han aumentado significativamente en hospitales de ciudades como Los Ángeles, San Francisco y San Diego. ​

Resistencia a Tratamientos y Desafíos Clínicos

La resistencia de C. auris a múltiples antifúngicos complica su tratamiento. Se ha observado una resistencia elevada al fluconazol, con tasas cercanas al 90%, y variabilidad en la susceptibilidad a otros antifúngicos como anfotericina B y equinocandinas. Esta resistencia limita las opciones terapéuticas y subraya la necesidad de desarrollar nuevos agentes antifúngicos. Recientemente, investigadores chinos han desarrollado un antibiótico experimental llamado mandimicina, que ha demostrado eficacia contra hongos resistentes, incluyendo C. auris, al atacar la membrana lipídica del hongo y eludir los mecanismos de resistencia existentes.

Poblaciones en Riesgo y Medidas Preventivas

Aunque C. auris no representa una amenaza para personas sanas, los pacientes gravemente enfermos, aquellos con dispositivos médicos invasivos o con estancias prolongadas en hospitales son especialmente vulnerables. La transmisión del hongo se ve facilitada por prácticas deficientes de prevención y control de infecciones en entornos de atención médica. Por ello, es esencial implementar medidas estrictas de higiene, detección temprana y aislamiento de casos para contener su propagación.

Conclusión

El avance de Candida auris en Estados Unidos y a nivel mundial pone de manifiesto la urgencia de fortalecer las estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento en el ámbito de la salud pública. La colaboración internacional y la inversión en investigación son fundamentales para enfrentar esta creciente amenaza y proteger a las poblaciones más vulnerables.

Fuentes: CNN en Español, Infobae, Reuters