El Centro Comercial Andino, ubicado en la zona norte de Bogotá, se encontraba abarrotado de gente en vísperas del Día del Padre el día sábado, cuando una explosión en el segundo piso causó el pánico entre las aproximadas 500 personas que se encontraban en el lugar y sus alrededores.

El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, confirmó los hechos a través de su cuenta en Twitter, asegurando asimismo que una ciudadana francesa, Julie Huynh, y dos mujeres más, identificadas como Ana María Gutiérrez y Paola Jaimes, fueron las víctimas mortales de la detonación.

Por su parte, el director de la Policía Nacional, Jorge Nieto, confirmó que se trataba de un artefacto explosivo “que colocaron atrás de una de las tasas del baño de mujeres”, según reportó la cadena de noticias Caracol.

Según el Presidente Juan Manuel Santos, quien se dirigió a la población desde el lugar de los hechos a las 9 de la noche, la intención del atentado sería la de “amedrentar a la población”; asimismo aseguró que “no vamos a descansar hasta capturar a los responsables”, pidiéndole al pueblo colombiano que no sucumbiera ante el terror y mantuvieran la calma.

Al día siguiente, el Centro Comercial reanudó sus actividades, permitiendo a los ciudadanos rendir homenaje a las personas fallecidas.

Durante su comunicado el día domingo, el presidente Santos confirmó que las investigaciones se estaban llevando a cabo y que se manejaban tres hipótesis, que descartó compartir por temor a obstaculizar las investigaciones.

De la misma manera, el presidente anunció que habría una recompensa de 100 millones de pesos (alrededor de 30.000 dólares) por cualquier información ofrecida que pudiera ayudar a capturar a los responsables, según reportó CNN.

El atentado ocurre en mitad de la transición del país latinoamericano hacia un pacto de paz con los movimientos guerrilleros ELN y las FARC; ambas organizaciones se manifestaron a través de las redes en rechazo al ataque y en solidaridad con las víctimas.