Un repartidor de pizza inmigrante es detenido en una base militar
Su nombre es Pablo Villavicencio, originario de Ecuador, y fue detenido al entregar una pizza en una base militar.
Hoy eres el chico al que dejan propina después de que entregas una pizza; mañana eres un criminal que debe ser detenido por no tener papeles.
Esa es la historia de Pablo Villavicencio, un inmigrante de origen ecuatoriano, con 32 años, y que vive en Estados Unidos desde el 2010, donde ha criado a dos hijas después de casarse con una residente estadounidense.
En su rutina de trabajo, frecuentemente debía desplazarse a una base militar en el sur de Brooklyn para repartir pizzas. Anteriormente, se había identificado en la puerta utilizando la tarjeta de identidad de la ciudad de Nueva York, que es derecho de todos los residentes sin importar su estatus migratorio, según reportó el diario Semana.
“Pero en esta nueva entrega, el viernes pasado, se le pidió firmar un documento que autorizaba entre otras cosas la verificación de sus antecedentes”, continúa el medio.
Sin embargo, y según reportajes ulteriores, Pablo aseguró que nunca se le pidió firmar documento alguno.
“Eso es una mentira. Nunca firmé nada. Nunca me dijeron que tenía que firmar algo”, dijo a The Post a través de una llamada telefónica desde el centro de detención.
Aún así, el personal de la base accedió a sus antecedentes y encontró que Pablo no posee papeles y que recibió una orden de deportación en julio del 2010.
Fue detenido y entregado a agentes de inmigración y aduanas para iniciarse su proceso de deportación definitiva, explicó AFP.
A pesar de haber iniciado sus trámites para obtener el permiso de residencia, tener a dos hijas nacidas en la nación y un trabajo permanente, las circunstancias y las nuevas políticas de la administración le llevaron a un centro de detención con el riesgo de no volver a ver a su familia.
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Pablo forma parte de un gran número de inmigrantes indocumentados sin registro criminal que son separados de sus familias y deportados bajo el argumento de “hacer Estados Unidos más seguro”.
Para Justin Brannan, Concejal de Nueva York, la paradoja está tácita: “Díganme cómo sacar a Pablo de las calles va a hacer nuestra nación más segura”, escribió en Twitter.
Tanto la familia de Pablo como varias organizaciones se han manifestado en las vías públicas, frente a la base militar y a través de las redes sociales, creando una plataforma para ayudar a su familia mientras se resuelve su caso.
Siete personas han sido detenidas en Bay Ridge durante una protesta que exigía su liberación. Asimismo, su esposa Sandra declaró que “es una crueldad que nos separen”, según reportó AM New York.
Tanto Brannan como el gobernador Andrew Cuomo se han sumado a la causa de Pablo y su familia, ofreciendo representación legal gratuita y asistencia a la familia.
Para ayudar a la familia de Pablo, haz clic aquí.
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