Cuba: las protestas hubieran sido imposibles sin Internet
Desde que los cubanos pueden conectarse a Internet las protestas han sido imparables.
Desde que los cubanos tienen acceso a Internet, las reglas han cambiado. El Estado ha perdido el monopolio del control de la información. Las protestas actuales no han sido las primeras. Con conexión a la red, se han sucedido manifestaciones por diversos motivos que no han pasado por los filtros del gobierno cubano.
Algunas protestas se han autorizado y otras no, que ademán han sido reprimidas con dureza. Mientras el Estado permitió una marcha contra el maltrato animal hace dos años, después prohibió protestas por los derechos LGTBI o movimientos de jóvenes por el cambio climático. Entonces las reivindicaciones se mudaron a las redes sociales.
Los grupos ecologistas consiguieron con el hashtag #trashtag reunir a miles de jóvenes para limpiar las costas y playas del país en marzo de 2019. La iniciativa salió de los estudiantes de la International School of Havana. Después llegó #LaColaChallenge en mayo, cuando los cubanos compartían en las redes fotos de las filas que tenían que hacer para conseguir productos básicos como pollo o leche. La convocatoria fue espontánea y esa organización, ajena a las estructuras de Estado, fue para el gobierno lo más preocupante.
CONTENIDO RELACIONADO
Desde entonces, activistas de la oposición y medios independientes han desarrollado distintas campañas en redes. La última y más sonada, la canción Patria y Vida, que se ha convertido en el himno de las protestas actuales. Le da la vuelta al eslogan “Patria o Muerte” que tanto ha definido a la Revolución del 59.
Sus autores son los artistas Yotuel Romero de Orishas, Gente De Zona y Descemer Bueno, conocidos y respetados en Cuba. El tema se lanzó en febrero de este año y a pesar de las críticas del gobierno cubano, en el primer mes la canción tuvo dos millones de visitas en YouTube. Los artistas pertenecen al Movimiento San Isidro, un colectivo cultural que nació en 2018 para protestar contra la censura del régimen. Entonces, el Estado aprobó una ley que prohibía a los artistas actuar sin la aprobación del Ministerio de Cultura.
Sin embargo, el gobierno cubano también ha encontrado la manera de perseguir las manifestaciones digitales. Ha habido multas por publicaciones en las redes, además de cortes a la conexión a Internet. Tras las protestas masivas de estos días, muchos activistas no han podido acceder a sus perfiles sociales e incluso se han encontrado con vigilancia policial a la puerta de sus casas.
Nada de eso parece importar ya en la nueva ola de protestas que recorre Amércia Latina y ahora ha llegado también a la isla. La protesta del pasado 11 de julio ha sido la más grande desde el Período Especial, la época de escasez que siguió al colapso de la Unión Soviética. A pesar de la censura en Internet, los vídeos y fotos de las manifestaciones ya eran virales y contagiaban a cubanos en todas las zonas del país.
Facebook y Twitter están siendo fundamentales. En la primera por los directos y en la segunda, por los hashtags. La inmediatez que permiten las redes sociales es difícil de limitar y quienes protestan lo saben. Pero también son el caldo de cultivo para la desinformación. Bajo el hashtag #SOSCuba, en sólo dos días se crearon miles de cuentas de Twitter que utilizaron un sistema de retweet automatizado para compartir miles de tweets en tiempo récord. Pero, ¿se habría enterado el mundo de la magnitud de los hechos sin las redes?
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.