El ex presidente catalán, Carles Puigdemont, fue detenido la semana pasada al entrar en la isla italiana de Cerdeña. Bajo su mandato se organizó el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en el que se preguntaba a los catalanes si querían independizarse de España. Entonces se fugó a Bruselas y vive el exilio desde allí. Este lunes, el tribunal sardo le ha escuchadio y tiene que decidir si lo extradita. 

Puigdemont llegó a Cerdeña de nuevo el domingo. Su abogado italiano confía en que su cliente no será enviado a España, donde está previsto que se le juzgue por malversación y sedición. Sus compañeros de gobierno que decidieron no huir en 2017 y se enfrentaron a la justicia, fueron condenados por los mismos delitos a entre 9 y 13 años de cárcel. El ejecutivo español les concedió el indulto este pasado verano. 

La detención del ex presidente se produjo cuando los gobiernos español y catalán acababan de iniciar una esperada mesa de diálogo después de años de desencuentro. Si Puigdemont es extraditado a España, es muy probable que el ejecutivo catalán, independentista, decida abandonar esa conversación. 

El expresidente catalán declaró la independencia de Cataluña en octubre de 2017 y huyó a Bélgica automáticamente después. Desde allí se presentó a las elecciones europeas y consiguió un escaño como eurodiputado. Y por tanto, la inmunidad. Pero un pleno del Parlamento Europeo votó a favor de retirarle ese favor, que es lo que ha permitido que fuera detenido en Italia. 

Mientras el juez español Pablo Llarena exige que Italia entregue a Puigdemont a España, el abogado del expresidente se muestra “convencido” de que eso no sucederá. También considera que Puigdemont y el resto de eurodiputados independentistas que huyeron tras el referéndum deberían poder volver a España. Pero de momento, no parece que ninguna de las partes de esta historia esté preparada para ello.