La Administración Trump cierra las puertas a los refugiados
El Secretario de Estado Mike Pompeo anunció que el gobierno no recibirá a más de 30.000 refugiados durante el año 2019, reduciendo considerablemente la tasa de…
Según la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas, actualmente existe una alarmante suma de 68.5 millones de personas desplazadas por conflictos a nivel mundial, y alrededor de 31 personas huyen de su país cada minuto que pasa.
El informe de la Agencia explica que la mayoría de los refugiados provienen de zonas de alto conflicto como Siria, Afganistán, Sudán y Myanmar, y los principales países que alojan refugiados son Australia, Austria y Bélgica, en una lista de más de 15 países donde Estados Unidos se ubica de último lugar, aunque es uno de los principales actores en algunos de los conflictos más importantes.
Las Naciones Unidas hicieron públicas las cifras durante el pasado mes de junio en medio del rechazo internacional a la política de “tolerancia cero” de la Administración Trump que resultó en la separación de más de 3.000 familias en la frontera con México.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al-Hussein, describió la política de inmigración del gobierno de Trump como “un abuso infantil autorizado por el gobierno” y urgió a la administración a “poner fin a la controversial práctica”, según reportaba entonces ABC News.
Sin embargo, el gobierno de Donald Trump anunció este lunes una nueva medida que cerrará aún más el ingreso de refugiados a Estados Unidos.
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Según explicó el Secretario de Estado, Mike Pompeo, la Administración ha propuesto reducir el número de admisiones durante el año 2019 de 45.000 a 30.000, agregando que la decisión “debe considerarse en el contexto de las muchas otras formas de protección y asistencia ofrecidas por Estados Unidos” y que no debe ser el “único barómetro” para medir los esfuerzos humanitarios del país, según reportó Politico.
El medio recuerda también que, cuando Trump tomó posesión de la presidencia, el top de refugiados admitidos en el país se mantenía en 110.000, y fue reducido por el gobierno a 50.000 “poco después de su inauguración” y posteriormente a 45.000 durante el año fiscal 2018.
“La administración argumentó el año pasado que los recursos para refugiados deberían emplearse en hacer frente a una acumulación de casos de asilo doméstico que se dispararon a más de 300.000 casos este año, un argumento repetido por Pomepo el lunes”, continúa Politico. “A diferencia de los refugiados, que postulan desde el extranjero, los solicitantes de asilo solicitan protección después de llegar a EE.UU.”
Esta nueva estrategia pareciera perpetuar las estrategias continuadas por el asesor de política exterior del presidente, Stephen Miller, cuyo fin último es reducir a toda costa la inmigración al país.
Según reportó el New York Times, “Miller presionó para limitar el programa a tan sólo 25.000 personas, como parte de su impulso más amplio para reducir una variedad de vías legales para que los inmigrantes ingresen a Estados Unidos, según (declararon) personas familiarizadas con las discusiones, que hablaron en condición de anonimato para describir las deliberaciones internas”.
Esta insistente política anti-inmigrante de la Administración Trump no sólo refuerza el hermetismo del gobierno ante la realidad del resto del mundo – una realidad muchas veces auspiciada por sus propias políticas internacionales - sino que también “debilitará nuestra autoridad moral y liderazgo”, según explicó J. Kevin Appleby, director principal de políticas de migración internacional en el Centro de Estudios de Migración.
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