Manifestantes llevan la lucha por la ley de las Ciudades Santuario al Ayuntamiento de Dallas
La prohibición de las ciudades santuario no se hará efectiva sin una lucha de por medio. Esta vez el campo de batalla es Dallas (Texas).
De acuerdo con Dallas News, los manifestantes inundaron las inmediaciones del Ayuntamiento de Dallas en la mañana del día de ayer para demostrar su descontento con la nueva prohibición de las ciudades santuario.
El Alcalde de Dallas, Mike Rawlings, le dijo a los manifestantes – entre quienes se encontraban representantes del Proyecto de Defensa de los Trabajadores y el Proyecto de Organización de Texas – que discutirían el asunto en una sesión exclusiva en el Ayuntamiento.
Los manifestantes quieren que Dallas se sume a las filas de ciudades como San Antonio, Austin y El Cenizo, quienes han introducido demandas para bloquear la implementación de la SB4 en el senado.
El gobernador de Texas, Greg Abbot, firmó la propuesta el mes pasado y está previsto que se vuelva efectiva a partir del 1ro de Septiembre.
Las ciudades aseguran que la nueva ley evita que los oficiales de la policía hagan de manera efectiva su trabajo, pues la ordenanza incluye fuertes consecuencias para quienes no apliquen la ley de migración federal, incluyendo cargos criminales, prisión y fianzas de hasta 25.000 dólares.
Un aspecto controversial de la ley también plantea que los oficiales pueden solicitar de manera libre y aleatoria el estatus migratorio de cualquier ciudadano y detenerles si lo consideran necesario.
Aunque el Alcalde Rawlings no mencionó su postura definitiva frente a la ley, sí demostró cierto descontento al declarar que “mi trabajo y el del ayuntamiento es mantener a todos los ciudadanos seguros. Queremos tener un ambiente seguro en el que puedan casarse y hacer las cosas que tienen que hacer”.
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Rawlings continuó diciendo que la ley demandaba demasiado de los agentes policiales al obligarles a aplicar las leyes federales de migración y al mismo tiempo dedicarse “primero a la seguridad”.
“Los jefes de policía y las asociaciones policiales a nivel estatal han reiterado que la SB4 no es una ley segura”, dijo.
Si bien el alcalde no quiso hablar públicamente sobre la ley, sus palabras y su disposición a escuchar a los manifestantes a las afueras del ayuntamiento demostró que de hecho está abierto a un cambio.
Una manifestante en particular, Manuela Castro, dijo que conocía a algunas personas que ya habían sido detenidas por la policía y han sido objeto inmediato de deportación, y aseguró que esto afectará eventualmente la economía de Dallas, al llevarse consigo la fuerza laboral inmigrante.
“La ley aún no está vigente y ya hay personas que han sido detenidas por agentes policiales que han solicitado sus papeles”, dijo, “Por favor ayúdennos a detener esta aborrecible ley”.
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