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Los awá-guajá salen de la selva para mostrar que existen

Los indios brasileños abandonaron por tres días la selva para montar un campamento en una ciudad del estado de Maranhao.

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Los indios awá-guajá, una etnia nómada que habita en la Amazonía brasileña, abandonaron por tres días la selva para montar un campamento en una ciudad del estado de Maranhao y mostrar que existen y que tienen derecho a la tierra que reivindican hace décadas.

Cerca de un centenar de awá-guajá montaron un campamento entre el domingo y el martes al frente de la alcaldía de la ciudad de Zé Doca, en el que tuvieron encuentros con otros indios, con organizaciones sociales y con algunas autoridades, dijo hoy a Efe Saulo Feitosa, secretario adjunto del Consejo Indigenista Misionero (CIMI).

"El campamento fue un éxito porque cumplió su objetivo que era mostrar que, al contrario de lo que dicen algunas autoridades, los awá-guajá existen", agregó el dirigente del CIMI, una entidad vinculada al Episcopado de la iglesia católica, que organizó el evento.

Pese a que el Estado delimitó la reserva de esta etnia en 2002 y un juez ya ordenó la retirada de todos los considerados invasores, el proceso está paralizado en la justicia debido a que las autoridades de Zé Doca presentaron un recurso ante un tribunal alegando que el municipio sufriría graves pérdidas económicas.

En medio del proceso, algunas autoridades de esa pequeña población llegaron a decir que la etnia ni existía, puesto que los awá-guajá son un pueblo nómada que se mueve constantemente por rutas tradicionales en un área determinada de la Amazonía y carecen de aldeas o de autoridades reconocidas que los representen.

Los miembros de esta etnia, una de las últimas nómadas del mundo, viven en grupos aislados y se dedican a la caza y a la recolección de frutos, por lo que dependen de la selva para sobrevivir.

Sus tierras, sin embargo, son amenazadas por colonos, madereros, agricultores y criadores de ganado, algunos de los cuales han invadido la reserva y también reivindican derechos.

"Más que demostrar que existen, lo que es reconocido por el Estado, el campamento sirvió para pedir agilidad en el proceso de homologación de la reserva", dijo Feitosa, que participó en el acto promovido en Zé Doca, en el oeste de Maranhao.

La disputa comenzó en 1985 cuando el Estado declaró un área de 232.000 hectáreas de selva aún conservada en la Amazonía como territorio tradicional de los awá-guajá.

En 2002, la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai) delimitó la reserva, pero redujo su tamaño a 117.000 hectáreas.

Tres años después, la justicia ordenó el desalojo de todos los no indios de la reserva, pero la alcaldía de Zé Doca presentó un primer recurso ante el Tribunal Regional Federal de Brasilia alegando que la retirada provocaría graves daños económicos a esa región.

El Tribunal aceptó los alegatos y permitió que los agricultores y ganaderos permanezcan en la reserva hasta que la justicia se pronuncie en última instancia sobre la disputa, lo que hasta ahora no ha ocurrido.

Pese a que el CIMI alega que hasta 10.000 familias ocupan ilegalmente áreas de la reserva, la alcaldía de Zé Doca dice que los colonos y agricultores sólo ocupan 18.000 hectáreas.