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El fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, comparece durante una sesión del comité judicial del Senado en el Capitolio de Washington D.C (Estados Unidos) el 18 de octubre de 2017. EFE/MICHAEL REYNOLDS
El fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, comparece durante una sesión del comité judicial del Senado en el Capitolio de Washington D.C (Estados Unidos) el 18 de octubre de 2017. EFE/MICHAEL REYNOLDS

Sessions se retracta de su testimonio y suma incongruencias a la investigación sobre el Russiagate

La investigación del Comité Judiciario del Senado ha acorralado de nuevo al Fiscal General, indagando aún más en la posible colusión entre Rusia y su campaña…

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En su segundo round en el banquillo, el Fiscal General Jeff Sessions dio este miércoles una nueva versión de los hechos en los que supuestamente mantuvo conversaciones con el embajador ruso Sergey Kislyak.

Bajo un intenso cuestionamiento por parte del Comité, Sessions “tomó distancia” de sus previas negativas rotundas sobre algunos contactos que pudo haber tenido con funcionarios rusos, según reportó el diario The Guardian.

El Fiscal dijo “no recordar” elementos de esas conversaciones durante las tres reuniones que sostuvo con el embajador durante el 2016, agregando por primera vez que algunos asuntos importantes “pudieron haber sido discutidos”.

En un intercambio que el medio inglés describe como “irritable” entre los senadores Demócratas y el Fiscal, Sessions reformuló su declaración previa – en la que aseguraba que no había tenido contacto con los rusos – explicando que “no tuve un intercambio continuo de información”.

Palabras más, palabras menos, el Fiscal General – quien debió recluirse de la investigación sobre la posible intromisión rusa en los comicios del 2016 – aseguró no estar al tanto de ninguna colusión entre los miembros de la campaña de Trump y el Kremlin para influir en los resultados electorales, lo que representa el centro de una investigación por un Comité especial en el Senado.

Asimismo, Sessions insistió en que no poseía conocimiento de una supuesta reunión el día 9 de junio del 2016 entre el hijo del presidente, su yerno y su director de campaña con una abogada rusa que ofrecía información “potencialmente dañina” sobre la candidata Hillary Clinton.

Según continúa The Guardian, Sessions se encontraría en “una situación potencialmente peligrosa, pues mentir al Congreso es un delito y su testimonio previo podría formar parte de una investigación sobre obstrucción de la justicia, que lleva a cabo el asesor especial Robert Mueller”.

Durante su audiencia de confirmación en el mes de enero, Sessions aseguró “no haber tenido comunicaciones con los rusos”, pero posteriormente se reveló durante el mes de marzo que sí había tenido reuniones con el embajador ruso. Asimismo, una investigación el Washington Post determinó en el mes de julio que las agencias de inteligencia estadounidenses habían interceptado comunicaciones en las que Kislyak le decía al Kremlin que había tenido “sustanciosas conversaciones” con Sessions sobre las posiciones de Trump con respecto a las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, según reportó Reuters.

El día miércoles, Sessions dijo no recordar los detalles específicos de esas conversaciones, cambiando radicalmente su posición de la audiencia anterior.

“No creo que hubiere ninguna discusión sobre los detalles de la campaña”, dijo. “Podría haber sido en una reunión en mi oficina o después de mi discurso en la convención Republicana (…) se hicieron algunos comentarios sobre cuáles eran las posiciones de Trump. Creo que eso es posible”.

El senador demócrata Patrick Leahy le dijo al Fiscal que muchos miembros del Comité piensan que Sessions dio “falso testimonio” al negar previamente haberse reunido con los rusos.

Pero Sessions aseguró que el contexto de esa pregunta enmarcaba tan sólo los asuntos referentes a la interferencia durante la campaña del 2016, y aseguró que “creo que mi respuesta fue correcta”.

Aún cuando sus únicas negativas esta vez fueron con respecto a sus conversaciones privadas con el presidente Trump, Sessions parece no sólo haber cambiado de opinión con respecto a sus testimonios, sino que le ha dado un giro a la tuerca de la investigación que ha ensombrecido esta nueva administración desde su día uno.