SEPTA, la Autoridad de Transporte del Sureste de Pensilvania, está llevando a cabo negociaciones que pueden o no llevar a una huelga sindical el 1 de noviembre. 

Las negociaciones comenzaron en julio. Cinco mil trabajadores abandonarán el trabajo si se produce la huelga.

Las conversaciones se refieren a la subida de los salarios, la mejora de las condiciones de los permisos parentales y las ayudas económicas a las familias de las víctimas del COVID-19.

Otros puntos de negociación son la mejora de las medidas de seguridad, como una mayor presencia policial en todo el sistema de transporte para proteger a los trabajadores y a los usuarios, como se ha pedido.

Willie Brown, el presidente del Local 234, habló a los miembros del sindicato sobre la importancia de que se cumplan las demandas.

"SEPTA nos ha ofrecido salarios más bajos que todos los demás en la región, y no vamos a aceptar salarios más bajos y no vamos a aceptar eso. Ustedes merecen más y su familia merece más", dijo.

El sindicato de trabajadores del transporte Local 234 presentó una autorización de huelga, pero la acción no garantiza actualmente una huelga. 

En su lugar, la autorización otorga una ventaja en la negociación de un nuevo contrato, ya que el actual expira a medianoche del 31 de octubre.

Si se produce una huelga, los autobuses, trolebuses, metros y líneas de tren elevado de la ciudad se verán afectados, pero el ferrocarril regional no se verá afectado en lo fundamental.

El ferrocarril regional, Suburban Transit (autobús, trolebús, línea de alta velocidad de Norristown), LUCY (bucle a través de University City) y CCT Connect seguirán funcionando.

El servicio Green y Gold Loop continuará su recorrido regular desde la estación de 30th Street hasta determinados destinos de University City. El servicio regular CCT Connect funcionará para los clientes registrados de ADA y Shared Ride. 

Donde sí se verán afectados estos medios de transporte es en un aumento importante del tráfico. Las líneas de tren probablemente verán más tráfico debido a las paradas añadidas y a un servicio más frecuente.

En los últimos meses, SEPTA se ha enfrentado a algunos incidentes preocupantes, como la paliza a un empleado y varias agresiones sexuales. Estos incidentes han contribuido a la conversación en curso sobre el estado de SEPTA.

Si se produce una huelga, no será la primera de SEPTA, como se ilustra en un reciente artículo del Philadelphia Inquirer. La última huelga de SEPTA que tuvo lugar fue en 2016.

Para los pasajeros, los pases no utilizados comprados antes de la interrupción del servicio pueden ser reembolsados si se produce una huelga.

SEPTA también ha publicado un plan de contingencia en su página web, donde aparece la información del servicio en caso de interrupción.

La decisión sobre una huelga de SEPTA se desarrollará significativamente el 1 de noviembre, cuando el contrato actual haya expirado.