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Un niño ve hacia la cámara mientras haitianos que fueron deportados de Estados Unidos se forman para entrar a un hotel en el que serán puestos en cuarentena para frenar la propagación del coronavirus, en Tabarre, Haití, el jueves 23 de abril de 2020. (AP Foto/Dieu Nalio Chery)(ASSOCIATED PRESS)
Un niño ve hacia la cámara mientras haitianos que fueron deportados de Estados Unidos se forman para entrar a un hotel en el que serán puestos en cuarentena para frenar la propagación del coronavirus, en Tabarre, Haití, el jueves 23 de abril de 2020. (AP…

Haití, “no es una epidemia de fiebre”

Siguen las deportaciones de personas contagiadas de COVID–19 a Centro América y el Caribe. Haití está duplicando rápidamente el número de contagios confirmados.

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“No es una epidemia de fiebre, es una epidemia de COVID–19”, le decía el director general del Ministerio de Salud haitiano, Dr Lauré Adrien, al medio Le Nouvelliste, a propósito del comentario frecuente entre la población haitiana de que hay una “epidemia de fiebre”.

Haití, ya uno de los países más pobres de la región antes de la pandemia, ha visto un rápido incremento en el número de casos confirmados. De hecho, de acuerdo a Our World In Data, Haití está duplicando su número de casos cada 5 días.

Haití tiene 533 casos confirmados, de los cuales 77 los sumó el día de hoy. En adición, el Ministerio de Salud reporta la sospecha de 2.120 casos.

Imagen: Our World In Data

Si se tiene en cuenta la proximidad con República Dominicana, que ya cuenta 13.223 casos confirmados, y las múltiples denuncias de las deportaciones realizadas por la administración Trump de personas contagiadas con COVID–19, se hace claro que es, por lo menos, probable que el número real de contagios sea mucho mayor.

Las condiciones de Haití para enfrentar la pandemia de COVID–19 son precarias: en adición a la ya delicada situación económica del país, la drástica disminución en el envío de remesas producto del golpe que ha tenido la economía estadounidense ha cerrado una importante fuente de ingresos para el país.

Y también está el problema de la reconstrucción, proceso que ha quedado inconcluso aún a pesar de que han transcurrido diez años desde el terremoto que devastó la isla.

Según reportó el Miami Herald, el Hospital de la Universidad Estatal de Haití fue uno de los primeros y más grandes proyectos en ser aprobados para recibir financiación internacional después del terremoto del 2010. Pero una década más tarde, sigue inconcluso y no ha entrado el primer paciente.

Incluso si las masivas instalaciones estuvieran disponibles, hay dudas sobre si el personal médico existente en el país sería suficiente para atender el enorme hospital, diseñado para contener 534 camas.

A finales de marzo, el presidente de Haití, Jovenel Moïse, anunció la implementación de medidas de contención del virus: cierre de fronteras, colegios, universidades, lugares de culto y fábricas, toque de queda de 8 pm a 5 am y la prohibición de sostener reuniones con más de diez personas.

Pero nada de eso compensa el hecho de que en un país de 11 millones de habitantes haya 124 camas hospitalarias. Por se comprende que cuando Marc Jumlisse, enfermera del Hospital Universitario de Mirebalais, habló con el Miami Herald les hubiera dicho que tras leer el reporte del Ministerio de Salud su reacción hubiera sido decirle a quienes la rodeaban “Oremos”.