Cualquiera que piense en el sur de Texas se imaginará automáticamente el corazón del conservadurismo estadounidense, donde la diversidad y el progresismo son sencillamente inimaginables.

Pero las elecciones primarias de este año han demostrado que, entre tantas generalizaciones, existe una realidad pujante que está cansada de dejar su destino en manos de la política tradicional.

Obviamente estamos hablando de la gente de color, de los inmigrantes y de las mujeres, tres comunidades que se han debido enfrentar al racismo, a la misoginia y al clasismo de una Casa Blanca que pareciera tan sólo reconocer al hombre blanco como estadounidense.

Es por ello que campañas como las de la juez Verónica Escobar han salido a relucir, prometiendo ser un hito en la historia política del país.

“Esta es realmente una coyuntura crítica en la historia de Estados Unidos para todos nosotros”, dijo la candidata en una entrevista con NBC. “No sólo son los Latinos, sino también las mujeres, los afroamericanos, la comunidad LGBTQ… Estamos en una encrucijada tan importante que es demasiado para aprehender. Es un momento oscuro en la política estadounidense. Vivimos con un gobierno que está trabajando, literalmente, en contra de nuestras comunidades”.

En un estado donde los latinos representan el 40% de la población y cuya frontera ha formado parte de la guerra mediática de la Administración Trump, Escobar ha surgido como candidata al Congreso nada más y nada menos que en el condado fronterizo de El Paso.

Con una trayectoria en educación y en el ejercicio del derecho, Escobar se involucró en la política por primera vez en 1996 a través del activismo político dentro del Distrito 16, según recuerda ELLE.

“Nunca dejé de trabajar para candidatos desde entonces”, recuerda. “He tocado en decenas de miles de casas en El Paso durante los últimos 20 años”.

De esta manera colaboró con campañas como las de Raymond Caballero a la alcaldía en el 2001 antes de ser elegida como comisionada del condado en el 2006 y de servir durante dos períodos como juez en el Condado en el 2010.

Escobar renunció a su puesto en agosto del 2017 para volcarse completamente a su campaña para sustituir a Beto O’Rourke en la Cámara de Representantes para el Distrito 16 de Texas.

El pasado mes de marzo, Escobar ganó con un 61% de los votos la nominación y, considerando que su distrito es profundamente demócrata, es bastante probable que se convierta en la primera congresista Latina en Texas tras las elecciones de mitad de período en noviembre.

A través de una plataforma de campaña basada en el modelo progresista de Bernie Sanders, Escobar se une a la oleada de candidatas que personifican las minorías en el país y que abogan por un sistema de atención médica de pagador único, el acceso a la educación universitaria sin matrícula y los derechos al aborto.

Asimismo, Escobar declaró que ahora el reto es lograr que todos los ciudadanos que realmente quieren un cambio en el país salgan a votar “masivamente”.

“Para los candidatos latinos, el desafío es energizar a nuestros votantes para que participen”, explicó a NBC. “Nos corresponde a nosotros hacerles entender lo importante que es su voto, especialmente porque en este momento el único lugar donde cuentan sus voces es en las urnas. Debemos levantarnos y debemos salir masivamente. Somos una fuerza que hay que tener en cuenta”.