Mientras que Uber se prepara para pelear por su capacidad de operar tanto en estados como en diferentes países, la empresa de servicios del coche enfrenta otra batalla legal pero esta vez de otra naturaleza.

La Federación Nacional de Ciegos presentó una demanda federal de derechos civiles citando ejemplos de discriminación a través de Estados Unidos, en contra de clientes ciegos con perros de servicio.

Según la demanda, los conductores Uber se han negado a prestar sus servicios a clientes con perros de servicio, para luego cobrar cargos por anulación de contrato y, en algunos casos, acosándolos. En otro caso la demanda asegura que un conductor del área de Sacramento, puso el perro de un cliente en el maletero y se negó a detenerse una vez que arrancó el vehículo. La demanda cuenta con 30 clientes a los que se les negó paseos que se reservaron a través de la aplicación Uber teléfonos móviles. La Federación Nacional de Ciegos, aseguró que este tipo de  discriminación violó la Ley de Estadounidenses con Discapacidades.

El grupo Watchdog Equal Rights Center realizó un estudio en 2010 que encontró que los taxistas tienden a discriminar a aquellas personas que cuentan con perros de servicio. El grupo llevó a cabo 30 pruebas, en las que colocaron a una persona ciega con un perro guía y a una persona vidente, sin un perro, en una zona de alto tráfico en la que ambas personas llamaron a un taxi. A pesar de que la persona ciega se colocó 100 metros más cerca del tráfico en sentido contrario, la mitad de los taxis que pasaron optaron por recoger a la persona vidente.

Uber funciona de forma diferente que un taxi. Los usuarios se registran, pagan y ordenan paseos a través de la aplicación de la empresa. Actualmente la compañía opera en 45 países de todo el mundo, y aproximadamente 100 ciudades de EE.UU.