El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) recibió una pérdida devastadora en parte debido a su manejo de la pandemia COVID-19. La temporada de campaña trajo viejas caras, acusaciones de corrupción y un líder de la oposición con lazos con Rudy Guliani. 

Las elecciones generales en la República Dominicana se celebraron a pesar de que es la nación caribeña más afectada por la pandemia. 

El Centro de Recursos sobre el Coronavirus de Johns Hopkins informa que el país de 10 millones de habitantes tiene más de 37.000 casos confirmados. 

La fecha original de las elecciones estaba programada para el 17 de mayo, pero se retrasó al 5 de julio debido a la pandemia. Hubo llamadas para retrasar la elección de nuevo, pero eso habría requerido enmendar la constitución. 

Aquellos que creen que el PLD perdió debido al manejo de la crisis sanitaria mundial por parte de sus líderes citan que el país suspendió los viajes aéreos demasiado tarde y estaban ansiosos por reabrir. 

Los vuelos que llegan a la República Dominicana fueron suspendidos por el Presidente Medina el 19 de marzo. 

La suspensión se produjo después de que países como El Salvador y Nepal tomaran medidas y cerraran sus fronteras. 

En los años anteriores a estas elecciones, la mitad dominicana de la Hispaniola había experimentado un crecimiento económico constante. 

El Banco Mundial informó de que entre 2014 y 2018, el país tuvo una tasa de crecimiento económico anual promedio del 6,3%. En ese período, también fue la tasa más rápida de la región de América Latina y el Caribe. 

La nación caribeña ha sentido realmente un impacto en estos tiempos, ya que el turismo es la mayor parte de su PIB. 

Había tres candidatos principales que se dirigían a la elección. 

Leonel Fernández fue el primero en ganar la presidencia de la República Dominicana bajo el PLD en 1996. Sirvió tres períodos como presidente, pero ahora buscaba el cargo como candidato del Partido de la Fuerza Popular. 

Se separó del PLD el año pasado después de atacar al actual presidente Danilo Medina. Desde 2018, ha servido como presidente de la Federación Mundial de Asociaciones de las Naciones Unidas. 

El reconocimiento de su nombre y el lema de su campaña, "el camino seguro" no pudo ayudar a Fernández a conseguir nada más alto que el tercer puesto durante las elecciones. 

Gonzalo Castillo fue Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones de 2012 a 2019 bajo la presidencia de Medina. Castillo no logró reestructurar la constitución y permitir que Medina se presentara para un tercer mandato consecutivo. Esto lo llevó a lanzar su propia candidatura presidencial. 

Con sus vínculos con la corrupción gracias al escándalo de Odebrecht, y con la gente que lo calificaba como alguien que animaba al país a instituir un presidente de por vida, sus posibilidades se vieron frustradas. 

Quedó en segundo lugar y es la primera vez en 16 años que el DLP perdía una elección presidencial. 

Luis Abinader trabajaba en el sector del turismo y ayudó a formar el Partido Revolucionario Moderno. Se postuló sin éxito en 2016, recibiendo menos del 35% de los votos. Esta vez, él era la principal amenaza para el DLP y se salvó de la impresionante demostración de su partido en las elecciones municipales a principios de año. 

Sin embargo, fue criticado por recibir consultas del abogado personal de Donald Trump, Rudy Guliani. Sus oponentes afirmaron que buscaba la participación de los Estados Unidos en las elecciones, aunque Guliani no trabaja para el gobierno de los Estados Unidos. 

Abinader obtuvo más del 50% de los votos y ahora es el presidente electo sin necesidad de una segunda vuelta. 

Abinader dio positivo en COVID-19 tres semanas antes de las elecciones, lo que le hizo cancelar su campaña en persona. 

Se recuperó a tiempo para hacer un último mitin días antes de las elecciones. 

Es el primer miembro del Partido Revolucionario Moderno que gana la presidencia y el primero en ganar el cargo que nació después de la dictadura de Rafael Trujillo.