Trumponomics: lo que propone Donald Trump para mejorar la economía
El expresidente planea utilizar los impuestos al comercio exterior para impulsar la producción interna y reducir impuestos. ¿Funcionará la fórmula?
El candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, quiere recuperar la industria manufacturera estadounidense y abaratar los costos, apoyándose en los aranceles para aumentar las arcas y presionar a otros países, pero la realidad es menos sencilla.
De cara a las elecciones de noviembre, los economistas advierten de que sus políticas podrían elevar los precios al consumo y sacudir el comercio mundial, con beneficios poco claros para la producción estadounidense.
La propuesta es que los aranceles supongan miles de millones de ingresos y apunten a países como China, que nos han estado "estafando", al tiempo que empujan a las empresas a devolver la producción a las costas estadounidenses.
"Otros países van a devolvernos por fin, después de 75 años, todo lo que hemos hecho por el mundo", dijo Trump en su debate de septiembre con la candidata demócrata Kamala Harris.
El ex presidente ha prometido un arancel general de entre el 10 y el 20 por ciento sobre las importaciones y una tasa del 60 por ciento sobre los productos chinos, amenazando más recientemente con un gravamen del 200 por ciento sobre los automóviles fabricados en México.
"Para mí 'arancel' es una palabra muy hermosa", dijo Trump en una entrevista en Fox News emitida el domingo. "Es una palabra que va a hacer que nuestro país vuelva a ser rico".
"Sin aranceles, tenemos un país quebrado", añadió.
A pesar de lo que suele afirmar Trump, son las empresas estadounidenses -no los gobiernos extranjeros- las que pagan impuestos de importación sobre las compras en el extranjero cuando hay aranceles sobre esos bienes, y pueden repercutir los costes más elevados, lo que podría sumarse a la inflación.
Junto a sus planes arancelarios, Trump quiere prorrogar los recortes fiscales que expiran y rebajar aún más el impuesto de sociedades.
Pero los aranceles propuestos podrían contrarrestar los beneficios de su política fiscal "sin llegar a compensar las pérdidas de ingresos fiscales", señaló el grupo de reflexión Tax Foundation.
Mayores costos
La inflación en Estados Unidos podría aumentar 1,3 puntos porcentuales por encima de la línea de base el próximo año si Trump impone un arancel universal del 10 por ciento y otros gobiernos toman represalias, dijo el Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE).
Las fuertes subidas de los productos chinos también alimentarían la inflación, añadió.
Otros, como Bernard Yaros, de Oxford Economics, estiman que una presidencia de Trump podría elevar la inflación en 0,6 puntos porcentuales en su punto máximo.
Antes, las empresas se llevaban la peor parte al encarecerse los componentes importados, afirma Kyle Handley, profesor de la UC San Diego.
Pero señaló: "Si aplican un arancel general del 10% al 20%, es imposible que no lo veamos en las estanterías de las tiendas".
Y es poco probable que la industria manufacturera pueda volver a Estados Unidos en poco tiempo.
"Hace décadas que no se fabrican televisores en Estados Unidos", afirma Handley, quien añade que las fábricas estadounidenses tampoco producen a la escala necesaria para satisfacer el consumo.
En su entrevista en la Fox, Trump volvió a negar que el aumento de los aranceles vaya a suponer una subida de precios para los consumidores.
Sin embargo, Handley estima que las fricciones en la cadena de suministro a las que se enfrentaron los exportadores equivalían a un golpe arancelario de entre el dos y el cuatro por ciento, y las empresas dicen a AFP que han tenido que repercutir algunos costes.
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Un artículo de 2019 en el Journal of Economic Perspectives encontró que a finales de 2018, los aranceles a las importaciones estaban costando a los consumidores e importadores estadounidenses 3.200 millones de dólares adicionales al mes en costes fiscales añadidos.
Cambio de ruta comercial
Los planes arancelarios de Trump también podrían recortar el comercio bilateral entre Estados Unidos y China en un 70 por ciento, redirigiendo o eliminando intercambios por valor de cientos de miles de millones de dólares, según Oxford Economics.
Los volúmenes comerciales de EE.UU. podrían caer un 10%, centrándose más en Norteamérica y otros socios de acuerdos de libre comercio, añadió la empresa asesora.
Aunque los aranceles añadidos recaudarían unos 500.000 millones de dólares de ingresos anuales, el comercio desviado de China podría reducir esta cifra a unos 200.000 millones de dólares anuales, según Yaros.
Otras propuestas, como la revocación del estatus de "relaciones comerciales normales permanentes" que protege a China de diversos gravámenes estadounidenses, también podrían elevar la inflación en 0,4 puntos porcentuales en 2025, añadió PIIE.
Aunque Trump quiere una "ley de comercio recíproco" en la que "los países que nos hacen pagar un impuesto por hacer negocios con ellos tengan que pagar el mismo impuesto cuando envíen su producto a Estados Unidos", Yaros cree que esto es menos probable, ya que requiere el apoyo bipartidista en el Congreso.
Alimentación, energía
Trump también promete regularmente eliminar la inflación -una preocupación crítica de los votantes- diciendo que reduciría las facturas de energía a la mitad en un año.
Los analistas esperan que esto se refiera a una mayor desregulación del sector nacional del petróleo y el gas.
Pero Yaros se mostró escéptico ante la posibilidad de que esto "desencadene una producción significativamente mayor", dado que depende de los grandes productores de energía, que a su vez tienen accionistas a los que rendir cuentas.
Aunque Trump quiere reducir los costes de los alimentos permitiendo la entrada de menos productos agrícolas extranjeros, los economistas han señalado que las barreras a la importación podrían desencadenar represalias.
Esto podría perjudicar a los agricultores estadounidenses que exportan significativamente.
© Agence France-Presse By Beiyi SEOW
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