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"Escuelas en las que nadie desearía tener a sus hijos"

Experta en educación  habla sobre la brecha académica en los latinos.

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Jóvenes latinos estadounidenses hijos de inmigrantes pueden estar limitados porque no tienen el mismo acceso a los servicios que les corresponden.

“Los latinos son el grupo más probable de asistir a una escuela ‘triplemente segregada’, considerando que sus problemas son económicos, raciales y lingüísticos, es decir escuelas en las que nadie desearía que sus hijos estudiarán”, dijo la codirectora de Estudios en Inmigración de la Universidad de Nueva York, Carola Suárez-Orozco, quien visitó la Universidad de Drexel en Filadelfia para hablar sobre los factores sociales que afectan la educación entre los hispanos.

“Donde hay segregación, hay menor calidad en la educación e inversión de recursos”, agregó.

Suárez habló del “Síndrome del impostor”, que afecta principalmente a los estudiantes recién llegados a Estados Unidos y los hace cuestionarse si son “suficientemente buenos, inteligentes o si pertenecen a este país”. Considera que este tipo de dudas afecta su desempeño y desafortunadamente no hay quien los guíe en este proceso.

“Muchos prefieren entrar a un Colegio de la Comunidad porque es más barato y fácil o para estar más cerca de su familia. Pero nadie les dice a estos jóvenes que tienen el 50 por ciento menos probabilidades de graduarse que sí estudiaran en una universidad de cuatro años, ya sea pública o privada”.

Además, los latinos reciben la menor cantidad de ayuda financiera porque desconocen las opciones o procesos para aplicar.

“A veces no tienen calificaciones muy altas que les ayuden a conseguir becas, o simplemente no pueden aplicar porque son indocumentados. Si un estudiante se ve forzado a trabajar aunque sea medio tiempo, eso puede disminuir el monto de la ayuda que recibe.”

Suárez destacó que la educación bilingüe es una gran idea en teoría pero “desafortunadamente es pobremente implementada”. Además, el entrenamiento que los instructores reciben para trabajar en inglés y en español es insuficiente y no se adapta a las necesidades de los estudiantes hispanos o de distintas nacionalidades.

“El aprendizaje del inglés como segundo idioma suele ser extremadamente lento”. En un estudio que la profesora realizó, 400 estudiantes originarios de cinco países, contestaron pruebas estandarizadas para medir su desempeño a siete años de haber llegado a Estados Unidos. Solamente el 7 por ciento tenía un nivel similar al de sus compañeros que habían nacido en Estados Unidos.  Existen 1,8 millones de estudiantes indocumentados en el país. Sin embargo los jóvenes latinos que son estadounidenses también pueden estar limitados, si sus padres son indocumentados. “No tienen el mismo acceso a los servicios que les corresponden”.